La Bolsa arranca el jueves con buen ánimo. De hecho los grandes mercados de valores, pese a que han dado un paso atrás en las últimas horas, no se alejan mucho de sus máximos históricos en el caso de Wall Street y la Bolsa de Fráncfort y de máximos de 15 meses, como en el caso de la Bolsa española. El índice Ibex 35 sube un 0,7 por ciento tas las primeras operaciones del día, hasta 9.270 puntos. Sube BBVA, que lanzará en noviembre su plan de recompra de acciones por 3.500 millones de euros. Aguanta mal que bien Telefónica, que ha reducido su deuda hasta situarla en la media del sector. Hoy es día de cobro para los accionistas de Telefónica que hayan solicitado recibirlo en efectivo. Son 0,19 euros brutos por título.

La gran cita del día en los mercados financieros es la publicación del IPC de la zona euro. Se espera un repunte de la inflación de cuatro décimas, hasta el 2 por ciento. De momento hoy las Bolsas abren con plomo en las alas. Ayer la Reserva Federal mostró su preocupación por el excesivo crecimiento de la inflación, pero al tiempo dejó claro que será tolerante con un aumento de los precios siempre que sea pasajera. Pero ¿y si no? Jerome Powell, presidente del banco central estadounidense, aseguró ayer en rueda de prensa que los miembros de la Reserva han comenzado “a hablar sobre hablar” de la retirada de los estímulos económicos. Los mercados has interpretado que en la reunión de agosto la Reserva podría dejar entrever que los recortes de compras de bonos comenzarán ya el año próximo.

De momento el precio del dinero continúa en EEUU en el mínimo históricos, entre el 0 y el 0,25 por ciento y mantiene sus compras de títulos en un total de 120.000 millones de dólares al mes, de los que 80.000 corresponden a compras de bonos y 40.000 millones a títulos respaldados por hipotecas. La novedad se encuentra en que Powell dejó bastante claro que en el año 2023 comenzará la subida de los tipos de interés. Ese año se esperan dos subidas de un cuarto de punto cada una. Antes esas subidas se esperaban para 2024. Y antes, seguramente, comenzará a reducir sus compras de deuda, lo que se denomina “tapering” en la jerga financiera.

Además, la autoridad monetaria de Estados Unidos revisó sus previsiones económicas. Espera ahora un crecimiento del PIB del 7 por ciento este año, que es medio punto más que su anterior estimación. Para 2022 pronostica un crecimiento del 3,3 por ciento y un 2,4 para el ejercicio 2023. Para la inflación, la Reserva espera que se modere desde el 5 por ciento actual hasta cerrar el año en la zona del 3,4 por ciento. Y para la tasa de desempleo Powell estima una reducción desde el 5,8 contabilizado el mes pasado hasta un 4,5 al cierre del año en curso.

Tras la reunión de la Reserva, además de la reacción de las Bolsas, destaca el fortalecimiento del dólar en su cruce con la moneda europea. El euro se cambia por menos de 1,20 dólares, frente a niveles superiores a 1,21 antes de la Fed. En el mercado de deuda pública, el rendimiento del bono a diez años de EEUU ha subido un 6 por ciento en pocas horas, hasta el 1,58 por ciento. La pasada cerró en el 1,44 por ciento. El Tesoro español coloca hoy bonos y obligaciones con vencimiento a 3, 7 y 15 años. Quiere captar hasta 6.000 millones de euros. Hoy, por cierto, a partir de las cuatro de la tarde, habla la directora del Tesoro de EEUU, Janet Yellen. Los mercados la escucharán con atención. Como siempre.

Los inversores españoles han escuchado con atención en las últimas horas a los máximos directivos de las grandes empresas españolas. Son optimistas. La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, cree que el PIB crecerá el 8 o el 9 por ciento, una estimación que comparte el presidente de Inditex, Pablo Isla. Por su parte, el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, está convencido de que las estimaciones actuales se van a quedar cortas. Espera crecimientos al cierre del año claramente superiores al 6 por ciento. Y recuerda la existencia de una gran bolsa de ahorro que se ha acumulado durante la pandemia. Todos consideran que la progresión de las vacunaciones y los fondos que recibirá España de la comisión Europea serán decisivos a la hora de impulsar la actividad económica. El Banco de España pronostica un crecimiento del PIB este año de un 6,2 por ciento y le gobierno cifra su previsión en el 6,5 por ciento.