El error que cometes al entrar en tu coche en verano que puede destrozar el motor: nunca por debajo de esta temperatura
Además, te desgranamos más claves para mejorar tu salud y la de tu coche

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En verano, cada euro cuenta. Un escenario claro en el que gastas más de lo que imaginas es al usar el aire acondicionado del coche.
Aunque parezca algo poco significativo, programar bien la temperatura te ayudará a tener una factura de combustible más asequible sin poner en riesgo la comodidad de tu viaje.
Usar el climatizador de forma eficiente no solo mejora la experiencia al conducir, también reduce el consumo, evitar fallos internos y cuida el medio ambiente.

Puerta del coche
Temperatura ideal para ahorrar sin pasar calor
Según los expertos, el rango idóneo está entre los 21 °C y 24 °C. Tener el aire acondicionado en 22 °C, es el punto medio perfecto: suficientemente frío para que dentro del vehículo este fresco, sin tener que forzar el sistema de climatización.
Mientras más baja este la temperatura, más tendrá trabajar el compresor, lo que se traduce en un mayor gasto de combustible. Explicándolo con un ejemplo, si el aire está a 18 °C desde que te subes en el coche, no solo estarás pasando frío, sino que le estarás exigiendo mucho al motor, por ende, estarás gastando más de lo necesario.
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Estás jugando con el futuro de tu coche
Tener el aire acondicionado a temperaturas muy bajas puede provocar averías a medio plazo. En este tipo de condiciones, las partes del coche que más desgaste pueden llegar a sufrir son la batería y el compresor, sobre todo en los modelos híbridos o eléctricos.
Por otro lado, los cambios bruscos de temperatura pueden causar malestar físico como la sequedad ocular, dolor de garganta o congestión. Lo recomendable es usar temperaturas bajas en los primeros minutos de trayecto, para sacar rápidamente el aire caliente, y después subirla al nivel óptimo de ahorro.

Coche con las puertas abiertas
Consejos prácticos antes DE INICIAR EL VIAJE
Los momentos en los que tu coche sufre más suelen ser cuando se realizan viajes de medias o largas distancias. Para que tu coche pueda rendir de la mejor manera posible y el climatizador no tenga un extra de trabajo, se recomienda seguir los siguientes pasos:
- Poco antes de encender el aire acondicionado, se recomienda abrir las puertas y ventanillas para que circule el aire, expulsando el calor acumulado.
- Revisar que todos los elementos del climatizador funcionen correctamente: el nivel de gas, los filtros del habitáculo...
- Al arrancar el coche, poner el aire a 15 °C durante un par de minutos. Luego, reajustar la temperatura a 22 °C, asegurándonos que todas las ventanillas estén bien cerradas.
- Al aparcar, usar parasoles y, en caso de que sea posible, hacerlo en un lugar que tenga sombra.
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Asimismo, existen una serie de trucos simples que también ayudaran a seguir aumentando nuestro ahorro:
- Usar Ropa liguera: Cuanto más fresco estés, menos dependerás del aire acondicionado.
- Mantener el filtro limpio: Si está sucio, el sistema tendrá que esforzarse más de la cuenta.
- No abusar del modo de recirculación: Usarla solo al principio del trayecto. Si se deja mucho tiempo, se empañarán los cristales y puede generar malos olores.
Un pequeño cambio que genera un gran impacto
Mantener esta temperatura no solo será una cuestión de comodidad, sino que te ayudará a reducir tu consumo de combustible de forma directa y evitar visitas al taller por averías relacionadas con el sistema de climatización.
En definitiva, la próxima vez que pongas en marcha tu coche este verano, recuerda que no es necesario ir congelando para viajar a gusto. Si tienes una temperatura constante de 21 a 24 grados, tu coche y tu bolsillo te lo agradecerán.