Dejando el sector farmacéutico y de fabricación sanitaria a un lado, los claros beneficiados por esta pandemia, existwn también otros sectores que se han desarrollado especialmente en estos meses tan convulsos para la economía española. Con el aumento del E-comerce ha crecido enormemente la actividad del transporte de bienes. Correos, empresas de reparto y el sector logístico de corto alcance llamado ‘transporte de última milla’ - que engloba los servicios de distribución y de delivery de comida - han sido vitales para atender el aumento de la demanda.

Ocio y alimentación

El ocio digital se ha convertido en el gran aliado del encierro. Juegos on line, videoconsolas y plataformas han registrado un crecimiento exponencial con record de suscriptores y un 210% de aumento en el consumo de streaming. No podemos olvidarnos tampoco de las plataformas de videoconferencias, grandes aliadas del teletrabajo como lo es también la ciberseguridad. En este 2021 se prevé que este mercado facture un 8% más que en 2020.

Al inicio de la pandemia se habló mucho del sector agroalimentario. Concretamente, el temor al desabastecimiento y la necesidad perentoria de productos frescos o de acumular alimentos. Pero una vez comprobado que funcionaba como la seda, nos olvidamos de ello. Sin embargo, esta actividad declarada esencial ha sumado empleo y ganado peso en la economía, aportando un 3,8% al PIB. Una cifra record.

De la ciudad al campo

El mercado de la vivienda sufrió un importante parón. Después ha comenzado a recuperarse, pero sigue en niveles inferiores. También los precios se han estancado con leves subidas y bajadas pero hay una particularidad detectada en los seis últimos meses: la gran demanda de unifamiliares en localidades próximas a las grandes ciudades, que ha hecho que su precio repunte un 4%. Gema Guijarro, auxiliar de veterinaria y amante de las naturaleza y los animales, vive en una finca en la sierra norte de Madrid. Allí se dedica a tratar y cuidar perros como terapeuta canina, pero ante este boom le pidiedron que colaborase como asesora de una agencia inmobiliaria en una zona que conoce muy bien.

Hay tal demanda que no pueden atender todas las peticiones que les llegan. "En este momento nos faltan casas, la gente está vendiendo su casa de Madrid y quiere instalarse en pequeños pueblos”, cuenta. El teletrabajo ha sido definitivo. "Quieren salir de al compresión de Madrid y el trabajo a distancia se lo permite”, señala. Como ejemplo nos cuenta que en Sieteiglesias, un pequeño pueblo con 1.200 habitantes, “hemos vendido una casa enorme de los años 60, que necesitaba mucho arreglo en sólo una semana cuando en otro momento hubiera sido imposible”.