Un buen aislamiento del hogar puede reducir el gasto energético entre un 40% y un 80% en el caso de una vivienda tipo de unos 90 metros cuadrados. ¿De cuántos euros estamos hablando si decidimos hacer una reforma? Pues de unos 750 euros al año, lo que no es detalle menor en plena ola de frío en la que la luz y el gas están en precios máximos debido al repunte de la demanda. Estos son los cálculos que hacen en Andimac, la patronal de las reformas, pero la pregunta es ¿compensa abordar el gasto que supone la reforma?

Sandra Barañano, arquitecta y directora técnica en la patronal nos dice, antes de responder a la pregunta, que lo primero que hay que tener en cuenta es que por cada grado que subimos a la calefacción nuestra factura se encarece un 7%. A partir de ahí, continúa: “Un ejemplo muy claro es cuando sin la necesidad de encender la calefacción ni nada nuestra casa parte ahora mismo de unos 15 grados, con las temperaturas que estamos teniendo. Sin embargo, con un buen aislamiento y unas ventanas sin filtraciones podemos conseguir que la temperatura de nuestra casa parta de 18 grados. Ya sólo con eso nos hemos ahorrado tres grados de subir la calefacción”.

Pero, ¿cómo puedo acondicionar mi casa para ahorrar energía? Lo más importante, como comenta la arquitecta Barañano a COPE, es un buen aislamiento térmico. Y esto se consigue con un buen tratamiento de las paredes que dan al exterior y revisando el cierre de las ventanas (mejor si son de PVC y con doble cristal). También hay que revisar la caldera, purgar radiadores y ventilar antes de poner la calefacción. Y, si es posible, optar por sistemas de recuperación de energía mucho mejor porque, como destaca la experta, “son sistemas de ventilación que en vez de coger todo el aire del exterior aprovechan parte del aire interior y usan esa energía para mantener una temperatura más estable en la vivienda”