Las dudas sobre si la Reserva Federal frenará la subida de tipos prevista para septiembre a pesar de la moderación de los precios observada en Estados Unidos han enfriado hoy los ánimos de los inversores después de las intensas compras de ayer. Algunos consejeros de la entidad han dejado entrever que la menor presión inflacionistas de julio no va a cambiar las intenciones sobre política monetaria en próximas reuniones. El mercado venía descontando una nueva subida de un cuarto de punto en septiembre.

En este sentido, cobrará especial interés la habitual reunión veraniega de banqueros centrales que habitualmente se celebra a finales de agosto en Jackson Hole, que suele dar pistas sobre las posibles políticas monetarias a seguir en la recta final del año.

La encuesta de confianza de la Universidad de Michigan muestra de momento un cierto pesimismo con la economía, aunque los consumidores estadounidenses esperan que la inflación se desacelere en los próximos meses. La lectura preliminar del índice general de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan del mes de agosto ha sido 71,2 frente a los 71,6 de julio.

Otro de los indicadores que suele vigilar la Fed para fijar el rumbo de su política monetaria son los precios de producción que se han publicado hoy. Y en este caso no han sido demasiado alentadores. La tasa interanual se ha elevado al 0,8 por ciento, una décima por encima de lo previsto, tras subir un 0,3 por ciento mensual, también una décima por encima de lo esperado.

La inflación en España tampoco ha sido buena. El IPC interanual ha repuntado en julio hasta el 2,3 por ciento, cuatro décimas por encima del mes anterior. La subyacente, por su parte, se ha disparado hasta el 6,2 por ciento desde el 5,9 por ciento anterior, debido a la fuerte subida del 10,8 por ciento experimentada por los alimentos.

Datos decepcionantes para el mercado que han enterrado las buenas noticias llegadas desde el Reino Unido. A primera hora se conocía la economía británica ha sorprendido con un crecimiento del 0,2 por ciento en el segundo trimestre frente al estancamiento previsto, y ha elevado el PIB interanual al 0,4 por ciento.

Una recuperación sustentada en el fuerte avance de la producción industrial en el mes de junio, un 1,8 por ciento frente a la subida del 0,1 por ciento anticipada por los analistas y la caída del 0,6 por ciento del mes anterior. Ambos indicadores alejan los fantasmas de recesión en el Reino Unido.

En este contexto, los inversores españoles han optado por recoger beneficios tras las elevadas subidas del jueves. El Ibex 35 ha perdido 0,7 puntos al cierre, dejando el balance semanal en una tímida subida del 0,7 por ciento.

Los bancos han dado una de cal y otra de arena. Mientras Bankinter ha liderado las subidas en el selectivo con un avance del 1,5 por ciento, Santander se ha situado entre los peores valores con una caída del 1,3 por ciento, convirtiéndose en uno de los principales lastres del mercado. La entidad santanderina ha sido multada por algunos casos que siguen coleando del Banco Popular.

Fuera del Ibex, las miradas se han centrado en Duro Felguera acaparará tras anunciar que ha recibido orden por parte de la compañía rumana Romgaz para reanudar las obras de la central de ciclo combinado de Iernut. Un proyecto valorado en 70 millones de euros que se había estancado por desacuerdo entre las partes. Pese a todo, las acciones del grupo industrial han caído más de un 1 por ciento en la sesión.

En el resto de los mercados financieros, el petróleo ha recuperado el ritmo alcista tras el leve ajuste sufrido al conocerse la mejora de las reservas semanales en Estados Unidos. El barril de Brent ha rondado hoy los 87 dólares. El cambio del euro, por su parte, sigue estable en torno al nivel de 1,10 dólares.