La Bolsa ha arrancado con dudas y con algunas tomas de beneficios tras la importante subida de ayer, pero poco a poco ha ido entonándose. Ha ido entrando en calor. De hecho el mercado ha digerido las ventas de los inversores que han hecho caja... y ha seguido subiendo peldaños sin mayor problema. Hoy el índice Ibex ha cerrado en 7.711 puntos. Ha sumado un 3,38 por ciento al 8,6 por ciento que subió ayer. No es frecuente ver en la Bolsa una subida del 12 por ciento en dos días.

La vacuna de Pfizer y las que llegarán después cambian todo el escenario sanitario y económico y abren una gran puerta a la esperanza. El dinero acude hacia los valores más castigados en Bolsa en los últimos meses. Como moscas a la miel. Repsol por ejemplo ha subido hoy más de un 12 por ciento. Y más de un 5 por ciento han sumado los bancos, Telefónica y la aerolínea IAG.

Tras un largo periodo de condicionantes negativos, como la pandemia, la guerra comercial o la incertidumbre electoral en Estados Unidos, ahora el panorama se ha aclarado significativamente. El horizonte aparece mucho más despejado. Los optimistas han anotado otras buenas referencias. A punto de terminar una nueva temporada de presentación de resultados empresariales, los analistas señalan que las cuentas están siendo mejores de lo que se esperaba. Cerca de tres cuartas partes de las empresas que componen el índice paneuropeo Stoxx600 han publicado resultados por encima de las estimaciones.

Además, la Unión Europea avanza hacia la aprobación de un expansivo presupuesto de 1,8 billones de euros que ayudará a reactivar la economía.

Por el contrario, la mala noticia es que la farmacéutica china Sinovac ha suspendido temporalmente las pruebas que estaba realizando en Brasil con su vacuna contra el coronavirus. Uno de los 9.000 voluntarios en los ensayos ha sufrido una reacción adversa grave, lo que ha obligado a interrumpir el estudio. Hay otra mala noticia y es que el índice ZEW de confianza del inversor ha caído en Alemania desde 56,1 puntos en octubre hasta una lectura de 39,0 en noviembre.

Es un dato que pone los pelos de punta. Indica que muchos inversores quizá se hayan pasado de frenada en su pesimismo. La parte buena es que ahora “deben” incorporarse de nuevo al mercado. Los analistas esperan que el PIB de Alemania se contraiga más de un 5 por ciento en el conjunto del año en curso. En Italia se ha publicado la producción industrial. Ha pasado de subir un 7,7 por ciento en agosto a reducirse un 5,6 por ciento en septiembre. Es un dato mucho peor de lo esperado.

Dentro de casa, el Tesoro ha colocado 2.450 millones de euros en la subasta letras a 6 y 12 meses que se ha celebrado hoy. Ha recibido una fuerte demanda. La rentabilidad en ambos vencimientos ha profundizado en negativo. El Tesoro cobra cada vez más a los inversores que colocan su dinero en estos activos. De hecho, el rendimiento se ha situado en mínimos históricos, con un menos 0,56 y menos 0,55 por ciento, respectivamente. El Tesoro ya ha captado este año 176.000 millones de euros, lo que supone un 93,5 por ciento de su objetivo de emisión para todo el año.

La tesorería pública ha rebajado en 15.000 millones de euros sus previsiones para la emisión total de deuda en este año. En mayo había aumentado sustancialmente su objetivo de emisión para financiar las mayores inversiones públicas en la lucha contra los efectos de la pandemia de Covid-19. Ahora ajusta esa proyección. Para 2021 se espera un endeudamiento neto de 110.000 millones de euros, con unas emisiones brutas de 300.000 millones, lo que llevará el pago de intereses hasta los 31.000 millones de euros. El año que viene la deuda en circulación alcanzará 1,25 billones de euros, frente a los 1,14 billones del año en curso.