Las Bolsas siguen atravesando un momento dulce. Un mes dulce, en realidad, porque este noviembre pasará a los anales de la historia bursátil con una revalorización acumulada hasta el momento de un 24 por ciento. Algo nunca visto hasta ahora. La Bolsa ha mostrado la solidez de su recuperación en las últimas dos semanas, tanto cuando se ha desmelenado en las subidas, como cuando se ha centrado en la labor de digerir las realizaciones de beneficios. La sesión de hoy es de estas últimas.

El índice Ibex 35 comienza el día en 7.900 puntos, con una pérdida del 1 por ciento. Hay números rojos en prácticamente todos los grandes valores. Entre los más pequeños, está suspendida la cotización del grupo Prisa. Un grupo de inversores liderado por Blas Herrero ultima una oferta sobre los negocios de radio y prensa de la compañía.

Hay buenas referencias que ayudan a sostener el optimismo de fondo del mercado. Los expertos de JP Morgan esperan que la progresiva disminución de la incertidumbre y la gran liquidez existente en el sistema impulse a las Bolsas mundiales durante el año próximo. También Morgan Stanley apuesta por la Bolsa frente a la inversión en bonos. Además, se ha conocido que la vacuna que desarrolla la farmacéutica china Sinovac genera una rápida respuesta inmunológica. Por su parte, Pfizer ha elevado la eficacia de su vacuna desde el 90 hasta el 95 por ciento, y se equipara a las cifras que ha anunciado este lunes la biotecnológica estadounidense Moderna. Mientras tanto, Astra Zeneca y la Universidad de Oxford han confirmado la favorable respuesta a su vacuna en personas mayores. Y, como guinda, la vacuna de Janssen, la filial de Johnson and Johnson, inicia en España los ensayos de de fase III. Así que hay motivos para la esperanza, frente a las escandalosas cifras de fallecimientos por coronavirus en todo el mundo.

Los inversores apuestan las vacunas, pero no dejan de vigilar algunos condicionantes más preocupantes, sobre todo en cuanto a los confinamientos y en cuanto a los profundos desequilibrios económicos que está provocando la lucha contra la pandemia. Bruselas ha dado su visto bueno al proyecto de Presupuestos de España, pero ha advertido sobre el excesivo nivel de endeudamiento. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) contemplan una deuda pública del 120 por ciento al cierre del año. Pero todo hace pensar que se rebasará ese listón. De momento, la deuda pública ha aumentado en casi 10.000 millones en un mes. Ha alcanzado en septiembre 1,3 billones de euros, lo que supone un 114,1 por ciento del PIB. Ambas cifras son récord, tanto el volumen total de deuda como el porcentaje sobre el PIB. Han caído los ingresos del Estado y ha aumentado el gasto público debido a la pandemia y su impacto sobre la actividad económica.

Cumbre "virtual" de la Unión Europea

La Comisión Europea y el BCE han avisado también en las últimas horas sobre el peligro de un fuerte repunte del endeudamiento público. El Banco de España estima que la deuda cerrará el ejercicio cerca del 129 por ciento del PIB, con un déficit del 8,2 por ciento, frente al 7,7 por ciento que contemplan los PGE. Por su parte, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, la Airef, advierte que la deuda pública puede mantenerse en torno al 120 por ciento del PIB en los próximos años. Constata un aumento de 120.000 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio en curso.

Hoy se conocerá la balanza comercial de España. También se esperan las ventas de casas de segunda mano y peticiones de subsidios por desempleo en EEUU. Hoy se celebra una “cumbre” virtual de la Unión Europea. Tratará de solucionar las voces disonantes. Hungría y Polonia han amenazado con bloquear la aprobación del Presupuesto europeo, lo que podría retrasará en varios meses la puesta en marcha de los fondos de recuperación. Unos fondos de los que 140.000 millones de euros corresponderán a España. Además, Europa revisará los avances en las negociaciones con el Reino Unido en busca de un Brexit lo más amistoso posible. La libra esterlina se mantiene por encima de 1,32 dólares. Dentro de casa, el Tesoro acude a los mercados por segunda vez en esta semana. Coloca bonos y obligaciones con vencimiento a 5 y 7 años. Quiere captar hasta 2.500 millones de euros.