Los inversores han tenido que analizar y responder hoy a numerosos indicadores macro económicos y también a las palabras de algunos ilustres miembros de los grandes bancos centrales y otras instituciones financieras. En Estados Unidos se ha conocido el índice de precios industriales. Ha aumentado un par de décimas en diciembre, que es la mitad de lo que esperaba el mercado y se queda muy lejos del 0,8 por ciento que aumentó en el mes anterior. La tasa interanual ha repuntado una décima, hasta el 98 por ciento. Estas cifras hablan de una cierta desaceleración de las presiones inflacionistas. El presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, Patrick Harker, estima que el PIB de EEUU crecerá este año entre un 3 y un 4 por ciento. Se ha mostrado a favor de subir el precio del dinero con intensidad si empeora la inflación.

Además, las peticiones semanales de subsidios por desempleo han alcanzado la semana pasada las 230.000, que son muchas más de las que pronosticaban los expertos. Esta cifra también apunta hacia una menor presión sobre los precios. La Reserva Federal espera que la inflación comience a relajarse en la segunda mitad del año. El presidente de este organismo, Jerome Powell, ha asegurado que la economía sigue fuerte a pesar de la variante ómicron y ya no necesita fuertes medidas extraordinarias de estímulo. También la Casa Blanca espera que la escalada de los precios se revierta a la vuelta de unos meses. Algunos miembros de la Reserva creen que los tipos de interés subirán cuatro veces este año... y otras tres o cuatro veces el que viene.

A esta corriente se ha sumado también la presidenta del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. Se ha mostrado convencida de que la inflación en Estados Unidos comenzará remitir ya en el segundo trimestre. También ha advertido sobre los vientos en contra que pueden afectar y ya afectan a la recuperación económica, como el excesivo crecimiento de la deuda pública. Además ha asegurado que las criptomonedas ya tienen suficiente tamaño y capacidad para provocar un efecto dominó en los demás mercados. Hoy el Bitcoin se negocia a poco más de 43.000 dólares. Ha intentado atacar los 44.000 pero no ha tenido éxito.

Por el contrario, el vicepresidente del Banco Central europeo, Luis de Guindos, ha reconocido hoy que quizá la inflación no sea tan transitoria como se pensaba. Pero también mantiene la esperanza de que el IPC comience a suavizarse ya este año y que la tasa se acerque al objetivo del 2 por ciento en 2023.

El índice Ibex 35 termina el día en 8.806 puntos con una ganancia del 0,40 por ciento. Han tirado el mercado las empresas acereras, las turísticas y los bancos. Se ha animado también Telefónica, que se codea con los cuatro euros por acción. Fluida, Rovi y Grifols han sido hoy los patitos feos del Ibex, mientras en el resto del mercado Edreams, que ha ampliado capital en 75 millones de euros, ha caído un 13 por ciento.

Ha destacado la fortaleza del euro. Se cambia ya claramente por encima de 1,1450 dólares. El petróleo sigue por encima de 84 dólares por barril. Ha recuperado los niveles que tenía antes de la aparición de la variante ómicron del coronavirus. El mercado de deuda continúa tenso, aunque algo menos que en los últimos días. Algunos expertos esperan ver este año la rentabilidad de los bonos de Estados Unidos a diez años en el 2,25 por ciento, frente al 1,73 por ciento de hoy. Las obligaciones españolas al mismo plazo rinden un 0,58 por ciento. Ayer llegaron al 0,65. El “bund” alemán ofrece una rentabilidad del menos 0,09 por ciento.