Los inversores han hecho caja hoy después de varias sesiones de ímpetu alcista. Nunca se había visto al índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva york subir un 21 por ciento en tres sesiones, algo que ha ocurrido esta semana. Este martes, nadie lo olvida, se disparó más de un 11 por ciento. Es la mayor subida que recuerda en Wall Street desde hace casi 90 años.

Los inversores agradecían el plan de estímulo que ha aprobado el Senado de EEUU y que va a movilizar dos billones de dólares para luchar contra la pandemia de coronavirus y sus consecuencias económicas. Es lógico que muchos inversores hayan caído en la tentación de rebañar el plato de los beneficios.

Además, hoy se ha dejado notar en los mercados cierta decepción (o una gran decepción, en realidad) tras una “cumbre” europea que no consiguió alcanzar ningún acuerdo. Las distensiones internas son evidentes, incluso en momentos de urgencia como los actuales que exigen movimientos rápidos y coordinados. Y esa no es la mejor fórmula para hacer frente a un problema tan agudo como la pandemia de coronavirus y su repercusión sobre la economía.

El índice Ibex 35 ha bajado hoy un 3,63 por ciento, hasta 6.777 puntos. Los valores más débiles del día han sido la aerolínea IAG y los bancos. Bankia ha eliminado el pago del dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros, mientras Caixabank ha reducido a la mitad el dividendo con cargo a los resultados de 2019 y 2020. La Federación Europea Bancaria aconseja a las entidades financieras que suspendan temporalmente el pago de dividendos y las recompras de acciones para aumentar su capacidad de concesión de crédito.

A pesar del tropezón de hoy, la Bolsa ha subido esta semana un 5,2 por ciento. La Bolsa pone fin así a una racha de cinco semanas bajistas consecutivas en las que había acumulado una caída del 35 por ciento. El balance del mes de marzo, a falta de tan solo dos sesiones para cerrarlo, muestra una caída del 22 por ciento. En lo que va de año el desplome alcanza el 29 por ciento. El índice paneuropeo Stoxx 600 ha recuperado más de un 15 por ciento desde los mínimos de mediados de marzo. Pero sigue muy lejos de los máximos históricos que se alcanzaron en febrero. Desde el alto al bajo la caída ha sido muy aparatosa y ha provocado en dos meses una pérdida cercana a los tres billones de euros en la capitalización bursátil de las empresas europeas.

En general, en las últimas horas los mercados han dado por buena la decisión del G-20, el grupo de los países más ricos del mundo. Van a hacer todo lo que sea necesario para controlar la pandemia de coronavirus y sus efectos sobre la economía. El G-20 se suma así a los esfuerzos colosales que han anunciado la Reserva Federal, el gobierno estadounidense, el BCE y otros organismos internacionales.

Algunos analistas esperan que los mercados se estabilicen en los próximos días para empezar a reaccionar a lo largo de abril. Las volteretas serán frecuentes y tan aparatosas como lo han sido en las últimas semanas. Los mercados pueden reaccionar antes de que lo haga la economía. El pistoletazo de salida será cuando los expertos de Barclays estiman que la economía española se reducirá un 36 por ciento en la primera mitad de este año. En el conjunto del ejercicio espera una contracción del 5 por ciento en el PIB. Por su parte, Caixabank cree que la economía española se contraerá un 10 por ciento en la primera mitad del año, con una tasa de paro disparada hasta el 20 por ciento y un déficit por encima del 5 por ciento.

En los demás mercados, destaca hoy la nueva caída en el precio del petróleo. Se paga a poco más de 24 dólares. Ha bajado hoy más de un 5 por ciento y acumula una caída superior al 50 por ciento en lo que va de mes. Desde la última "cumbre" de la OPEP y el enfrentamiento entre Rusia y Arabia, el mercado petrolero no ha levantado cabeza.