Alumnos de más de 70 países Llegan a España cada año para completar sus estudios, hacer un máster. Es un destino muy demandado, se ofrece una educación de calidad, reconocida en todo el mundo, las tasas de matriculación no son muy altas y la vida es asequible. A ello se une el clima, el estilo de vida y que aprenden uno de los idiomas más hablados. Pero durante la pandemia las matriculaciones presenciales cayeron entre un 60 % y un 90 % dependiendo de la escuela. Se impusieron los cursos on line y la ausencia de estos estudiantes internacionales dejó pérdidas de 3.800 millones de euros. Es el impacto económico del gasto en varios sectores de estos jóvenes extranjeros en su vida diaria en nuestro país.

Los estudiantes de máster son los que más gastan

En 2019 en el curso antes de la pandemia, por cada euro que invirtieron en su programa académico, también hicieron un gasto extra de 1,27 euros. El mayor impacto económico por alumno fue el de los estudiantes de máster, seguidos de los de grado. Estas dos categorías representan el 15 % de la población estudiantil internacional y, sin embargo, suman el 65 % de los gastos. Para el próximo curso ya se nota la recuperación, las vacunas funcionan, se ha perdido el miedo al contagio, el temor va dejando paso a la vida diaria y las matriculaciones presenciales están cogiendo ritmo.

Se pierde el miedo, pero no hay dinero

“Todavía no estamos a nivel de 2019, pero ya hemos notado una reactivación del mercado” explica Margarita Servera a COPE, es la directora de admisiones de la escuela de negocios TBS Barcelona donde cada año cientos de jóvenes extranjeros completan estudios. “Las familias tienen más confianza, menos miedo, pero lo que sí hemos notado es que hay un gran impacto económico consecuencia de la pandemia”. La crisis económica se deja notar de tal manera que los estudiantes se lo piensan muy bien antes de formalizar la matrícula “dudan de si podrán seguir pagando los estudios”. El primer semestre sí será on line ,” formato hibrido porque hay estudiantes que tienen problemas para salir de su país”. Pero lo que ya está funcionando en muchas escuelas son los cursos de veranos presenciales, un buen augurio de cara a septiembre.