El ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha pedido hoy colaboración a las entidades financieras para que la financiación de las líneas habilitadas para paliar los efectos de la crisis del coronavirus lleguen a sus potenciales beneficiarios.

Ábalos, durante una rueda de prensa telemática desde el Palacio de la Moncloa, ha pedido esa colaboración, al ser preguntado por la existencia de quejas de ciudadanos que afirman que en los bancos les dicen que nos les pueden otorgar la financiación contemplada en esas línea porque aún no les ha llegado.

El ministro ha pedido la colaboración de los bancos, pues considera que son los más interesados en servir a ese propósito de que el dinero llegue a los que necesitan en este momento liquidez, a sus clientes, y en que "la gestión se lleve adecuadamente".

Ábalos ha dicho que con los dos paquetes de crédito importantes ya aprobados "hay límite de crédito más que suficiente a disposición" y bastante capacidad para disponer del mismo.

No obstante, ha manifestado que medidas para financiar seis meses alquileres para devolver entre 6 y 10 años sin interés, con el aval del Estado, están pendientes de la firma del convenio con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que espera que se haga en los próximos días.

Ha recordado que estas actuaciones llevan a cabo trámites y que, por ejemplo, ha habido que elevar el techo de gasto, algo que hizo el martes el Consejo de Ministros, para poder hacer frente a esa medida del alquiler y luego hay que firmar con el ICO el convenio, pero no obstante, una vez los fondos estén a disposición de las entidades bancarias, tendrán efecto retroactivo desde el 1 de abril.

Preguntado por cómo encara España la próxima cumbre europea en la que quiere pedir aportaciones económicas para la recuperación de la crisis del coronavirus, después de que la oficina de estadística comunitaria Eurostat haya corregido al alza el déficit español anunciado para el Gobierno en 2019, Ábalos ha dicho que son cuestiones que no tienen que ver.

A su juicio la actitud que va a llevar España no tiene que ver con el dato, sino que va a pedir un cambio de política y animará a que la Unión Europea aplique una política distinta a la de 2008, en la que los "grandes pagadores de la crisis fueron los más vulnerables", para que el proyecto de Europa "sobreviva a esta nueva crisis".