Arrancamos la cuarta jornada del viaje en coche eléctrico cruzando España que COPE junto a Endesa están realizando. Esta vez el punto de partida es la ciudad de Valladolid, donde hemos hecho noche tras completar con éxito la etapa anterior. Una pernoctación que sirvió como carga al vehículo, ya que el hotel donde nos alojamos contaba con un cargador con conector mennekes. La carga se suponía que iba a ser del entorno de los 22 kWh, por lo que la carga del coche tendría que haberse completado de forma rápida. No obstante, al día siguiente cuando comprobamos la carga, pudimos ver que la realidad era bien distinta. Apenas había cargado 100 kilómetros. De nuevo volvemos a incidir en que la potencia real tiene que coincidir con la suministrada para evitar desconfianza en los usuarios.

Cuando salimos del hotel, incidimos sobre uno de los mitos que más se han extendido y que queremos desmentir: Recargar un coche eléctrico no sale caro. Teniendo en cuenta que la mayor parte de las recargas se hacen en el domicilio, el coste total “combustible” de un vehículo eléctrico puede ser de menos de la mitad que el uno de gasolina. Y sí, es cierto que el coste inicial de adquisición por ahora puede ser más alto, pero el famoso TCO, lo que los expertos llaman al coste total de la propiedad del vehículo, por ejemplo, a 8 años es inferior ya al de un vehículo utilitario equivalente.

Si dispones un de una plaza de garaje puedes instalar un punto de recarga y cargar tu coche cada noche para disponer de la autonomía íntegra al día siguiente. Es además una forma de cargar el vehículo en la que el usuario tiene por seguro que la potencia va a ser real, porque son instalaciones homologadas. Y hoy en día hay soluciones, como la de Endesa X, que por menos de 1€ al día, y con energía verde, puedes tener tu cargador en casa, una forma segura, cómoda y también económica de recargar energía. Además, de esta forma podremos programar el inicio de la recarga desde el móvil de forma simple con una aplicación. Lo cual, sumado a las propias aplicaciones de las marcas de este tipo de vehículos, permitirán tener en todo momento control del estado de la carga, esté donde esté o programar por ejemplo la calefacción para que el coche tenga la temperatura que queramos al montarnos en él por la mañana.

Las recargas nocturnas comportan muchas ventajas. Primero, son buenas para el bolsillo y harán que tu factura de la luz apenas se resienta. Si cargas de madrugada, algo que se puede programar fácilmente desde el móvil, la carga te puede salir gratuita. Por ejemplo, con la tarifa Tempo ZERO Vehículo Eléctrico de Endesa, que tienes hasta 250 kWh por factura bimestral a coste cero, o lo que es lo mismo, unos 7.500 km de autonomía y con energía verde. Un ahorro que ya nos han comentado en varias ocasiones durante el trayecto. Y segundo, le hacemos además un gran guiño al cuidado del medio ambiente, en tanto que aprovechan los recursos naturales como el viento, que de otra forma quedaría desaprovechado por la baja demanda eléctrica en esos tramos horario.

No obstante, nuestro domicilio nos queda lejos en nuestra ruta, teniendo que hacer uso una vez más de un cargador rápido durante el camino. Y una vez más, las aplicaciones para el móvil se hacen imprescindibles para este tipo de movilidad. Tener la certeza de que el punto lo tenemos reservado se torna vital en estos momentos. Por otro lado, tener en tiempo real la potencia, carga realizada y tiempo transcurrido hace que podamos ir a comer cerca de allí con total tranquilidad. De esa forma, la autonomía con la que retomamos ruta es casi total.

Finalmente llegamos a Ponferrada. Aunque no era nuestro punto de destino de la etapa, la cual se iba a realizar en O Cebreiro, decidimos hacer noche debido a la existencia de un cargador homologado en un hotel, lo cual nos brindaba más confianza a la hora de ir con una buena autonomía para afrontar la última jornada del viaje. Una etapa que buscaría llegar a Finisterre.