Los años de recortes en los presupuestos han dejado las instalaciones de las Fuerzas Armadas en condiciones de habitabilidad bastante mejorables. El Ejército de Tierra ha puesto en marcha varios planes para ir paulatinamente solucionando este problema y conseguir que los militares dispongan de unas condiciones de vida similares a las del resto de la sociedad. El coronel Ángel Garcés Bermejo, jefe de la Sección de Acuartelamiento e Infraestructura del Ejército de Tierra, asegura que la crisis “ha supuesto un retroceso en las condiciones de vida en las bases y los acuartelamientos, no hemos dispuesto del dinero que queríamos para mejorar”. “El parque inmobiliario del Ejército de Tierra es muy grande, alrededor de 350 bases, acuartelamientos y establecimientos, y dentro de cada uno de ellos hay un montón de locales y dependencias”, señala. El coronel explica que “hay muchas bases que necesitan reformas y nuevas instalaciones, no sólo porque estén en mal estado sino porque llegan nuevos materiales y se intentan optimizar”, y que el objetivo es “tratar de mejorar alojamientos, vestuarios, redes de distribución de aguas, sistemas de climatización...”