Si pensamos en películas de Disney que hayan marcado a toda una generación y se hayan convertido en los buques insignia de la factoría, sin duda, podemos dar nombres como El Rey León, Peter Pan o La Sirenita.

Títulos, por cierto, a los que Disney ha vuelto a sacar rendimiento actualizándolos y llevándolos a la gran pantalla con actores de carne y hueso. Una estrategia que comenzó con La Bella y la Bestia en 2017 y que continuará en 2023 con La Sirenita.

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Y es que ya se venía especulando con que la icónica película de Disney sería rescatada y se llevaría a cabo un live action. Eso sí, la polémica se desató cuando, el pasado fin de semana, en la Expo D23, se confirmó que el año que viene se estrenará este remake y que su protagonista será Halle Bailey.

Algo que ha molestado a muchos fans porque dicen que la actriz afroamericana no guarda ningún parecido con la representación que hicieron de Ariel en la película de dibujos animados de 1989.

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Pero, en realidad, tampoco la historia que contó Disney se parece a la original creada por Hans Christian Andersen, y, por eso, te queremos contar cómo era, en realidad, el cuento de La Sirenita.

Todo lo que Disney omitió del cuento original

Si bien Hans Christian Andersen ha sido siempre fuente de inspiración para Disney y sus películas, la factoría ha cambiado un poco sus cuentos para transformarlos y otorgarles, en muchas ocasiones, un final mucho más feliz.

Es lo que pasó con La Sirenita, una historia que el danés escribió en 1836 y que no termina de parecerse a la película que lanzó Disney.

Por supuesto, hay muchas similitudes, como que Ariel desea con todas sus fuerzas salir a la superficie y tener piernas, o que se enamora de Eric desde el principio.

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Pero el cuento empieza a cambiar cuando para convertirse en humana, tiene que pasar por un dolor indescriptible. Y es que, como bien le advierte la bruja, “cada paso que des te parecerá que pisas un afilado cuchillo y que te estás desangrando”. Además, para desprenderse de su cola de sirena, tiene que pasar por una tortura, ya que es como si le abriesen con una espada.

Otra de las principales diferencias del cuento, es que Ariel no solo ansía salir a la superficie, sino también, tener un alma inmortal como la que tienen los humanos. Algo que solo puede alcanzar cuando se case con el príncipe.

Pero lo que menos se asemeja de la historia de Andersen con la película, es, sin duda, el final. Y es que la Sirenita no consigue su cuento de hadas, porque, su amado príncipe, termina casándose con otra mujer.

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Como parte del trato que había hecho con la bruja, si no conseguía ser amada por él, terminaría muriendo y convirtiéndose en espuma marina.

Algo que termina por ocurrir, evaporándose en el aire y pudiendo alcanzar su ansiada alma inmortal si, durante trescientos años, hace buenas obras, como hacer sonreír a los niños. Solo así, como le advierten al final del cuento, “nos remontaremos al Reino de Dios”.

Un cuento, por cierto, que llegó a tener una adaptación fiel a la versión original, en 1975 en Japón.

La polémica por la actriz protagonista

De momento, poco se sabe sobre cómo será la versión real de esta icónica película, pero, con los pocos datos que tenemos, ha sido suficiente para crear polémica.

Y es que el hecho de que sea Halle Bailey quien dé vida a Ariel, ha suscitado muchas críticas. Todo, porque se trata de una actriz que, en apariencia, es muy distinta a la sirena que dibujaron desde Disney, a la que presentaron como a una joven blanca y pelirroja.

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Eso sí, las redes sociales se han llenado de mensajes apoyo a la actriz y cantante para demostrarle que su presencia como Ariel puede beneficiar a muchas niñas a lo largo y ancho del planeta. Solo nos queda esperar para ver cómo desarrollan esta historia desde Disney.