CINE GIJÓN
Ulrich Seidl: "No soy un pornógrafo social, solo muestro la realidad"
Juan González
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Juan González
El director austriaco Ulrich Seidl (Viena 1952) ha afirmado este miércoles que siente como "un insulto" la calificación de "pornógrafo social" que le atribuyó la crítica desde sus primeras películas, en las que muestra aspectos oscuros de la sociedad.
"No soy un pornógrafo social, solo muestro la realidad desde el punto de vista de la verdad", ha dicho en cineasta en una entrevista con EFE en el Festival Internacional de Cine de Gijón, en el que participa con sus dos últimos largometrajes, "Rimini" y "Sparta".
Seidl, que obtuvo el Premio al Mejor Largometraje del Festival de Gijón en 2001 por "Días de canícula" y el León de Plata en Venecia por "Paraíso: Fe", entre otros 30 galardones y nominaciones, estrenará sus dos últimas películas en las salas españolas el próximo mes de abril, inmediatamente después de que se proyecten por primera vez en su país de origen.
El cineasta ha explicado que "Rimini", que compite en la sección oficial Albar, dedicada a cineastas reconocidos internacionalmente, y "Sparta", que se proyecta en la sección Esbilla, iban a ser en un principio una sola película.
Iba a ser la historia de cada uno de los dos hermanos y su padre en seis secuencias entrelazadas como capítulos, pero luego decidió montar dos largometrajes, uno a continuación de otro.
En Sparta, Eldwald, interpretado por George Friedrich, se traslada a un lugar del interior de Rumanía en busca de un nuevo comienzo tras dejar a su novia y allí monta una escuela de judo para niños, en lo que se convierte en un incómodo retrato del instinto pedófilo.
En "Rimini", el actor Michael Thomas da vida a Richie, un cantante venido a menos que es retratado como una persona aparentemente amoral a la que todo le sale mal.
Edwald y Richie Bravo componen en cada una de las películas un trío de personajes con su padre ingresado en un geriátrico en el que aún resuenan los ecos del fascismo.
Seidl ha reconocido que su filmografía puede considerarse "dura" porque "se mete en temas sobre los que la gente tiene prejuicios y muchas veces el público se siente en la obligación de proteger a los actores".
Yo filmo pensando en la forma en que puede reaccionar el público, porque cada espectador tendrá su visión particular de lo que ve en la pantalla y lo que puede ser duro para algunos para otros es belleza o arte, ha afirmado.
El director de "Jesús, ya lo sabes" (2003), "Paraíso: Amor" (2012) o "Safari" (2016), entre otros títulos, ha dicho que no tiene "ninguna intención clara hacia el espectador", sino que pretende mostrarle la realidad del mundo, de la sociedad, de las instituciones y de la gente, de la forma "más verdadera posible"
Seidl ha recordado que si no se hubiera dedicado al cine probablemente hubiera sido religioso porque su familia "quería que fuera cura", pero al ir creciendo se dio cuenta de que como cineasta iba a ser "más útil a la sociedad".
Llegó "tarde" al mundo de la imagen porque comenzó a estudiar cine a los 28 años, después de haber experimentado con la fotografía, como una herramienta que le permitía dar cuenta de la época en la que estaba viviendo.
Fue precisamente con sus trabajos en la Academia de Cine de Viena y en sus primeras películas cuando la prensa especializada y la crítica lo definió como un "pornógrafo social", un calificativo que aún le acompaña y que Seidl "detesta" porque lo considera "un insulto".



