Para la escritora Soledad Puértolas, su última novela, 'Música de ópera', era algo que se debía a sí misma, una historia "pendiente" que sabía que escribiría en algún momento de su vida, y que nace de los secretos familiares en una época de silencios.

Ella misma lo describe con estas palabras: "Yo quería narrar la historia que yo he vivido, el legado del pasado desde la generación de mis abuelos y mis padres", comenta con motivo de la presentación de su libro, de la editorial Anagrama, en la librería Cálamo en Zaragoza, donde ha estado acompañada del periodista Antón Castro.

En estas páginas, Puértolas (Zaragoza, 1947) reconstruye la historia de una familia acomodada de provincias, en una ciudad que bien podría ser Zaragoza, su lugar de origen, aunque en ningún momento lo confirma.

Y lo hace con tres voces femeninas, doña Elvira, Valentina y Alba, tres mujeres de tres generaciones diferentes.

Que sus protagonistas fueran tres mujeres no fue algo "premeditado", como reconoce Puértolas, aunque sostiene que es lógico que así sea, porque el legado que ha volcado en la novela lo recibió "desde el interior en las casas, de la vida familiar y doméstica, que por entonces recaía en las mujeres", ya que los hombres, añade, no "daban paso al mundo de los niños y las niñas".

"Efectivamente han sido las mujeres las que han ido elaborando ese relato que ha ido cayendo sobre mí. Porque yo he hablado más con mis abuelas y mi madre que con mis abuelos y mi padre o mis tíos", indica al tiempo que reflexiona sobre lo distinta que fue su infancia de la de sus nietos.

Con ese legado, Puértolas ha escrito 'Música de ópera', una novela que, según reconoce, se debía a sí misma desde pequeña. "Me sigo encontrando muy afín a esa niña que fui y que tenía un sentido de la extrañeza del mundo que le rodeaba, de ese ambiente de silencio", precisa.

Pero precisa que, aunque la Guerra Civil española y la postguerra son el telón de fondo, ésta no es una "novela de juicios", como indica Puértolas, sino una "novela literaria", "de herencia", de "sensaciones y emociones". "Esta novela no está hecha para juzgar", recalca.

Sobre el lugar donde está ambientada, señala que nunca le ha interesado recalcar y concretar la ciudad, porque eso le hubiera llevado a dar unos detalles "muy coherentes" de la realidad, y ella no es una escritora costumbrista, asegura.

Sin embargo, agrega, los escritores de ficción, como ella, lo que quieren es aportar otra mirada, en este caso, la de los "recuerdos" y los "sueños" que para la escritora aragonesa "valen y pesan tanto como los datos reales".

Por otro lado, Puértolas ha reflexionado también sobre la evolución del papel de la mujer en la sociedad y ha indicado que la lucha por la igualdad "sigue en pie y con el mismo entusiasmo", como, en su opinión, quedó demostrado el pasado 8 de marzo, en el que miles de personas salieron a la calle en distintas ciudades españolas con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Y considera que este movimiento transversal, y "tan poderoso", influirá claramente en el devenir de la sociedad española.