El "mirar, pensar y habitar" de 15 creadoras en el Helga de Alvear

El Museo Helga de Alvear de Cáceres coloca la mirada en el arte contemporáneo en femenino con Escribir todos sus nombres, que incluye medio centenar de obras de quince creadoras, que exponen distintas formas de mirar, pensar y habitar en este museo y que se pude visitar hasta el 29 de octubre tras su paso por Berlín (Alemania) el pasado invierno.

Realizada en cooperación con el PalaisPopulaire de Berlín y el apoyo de la Embajada de España en Alemania y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), esta exposición de pintura, escultura, fotografía, collage, textil y dibujo de diferentes artistas españolas y latinoamericanas, desde los años 60 hasta la actualidad, ha sido presentada este jueves por sus responsables.

Para la comisaria de la exposición, Lola Hinojosa, la muestra está concebida como una "sucesión de diálogos entre artistas.

Así, a través de seis ejes temáticos, las artistas escriben números, partituras, tejidos, melodías, paisajes y reflexiones.

Trabajos de Elena Asins y Esther Ferrer, los nudos Aurèlia Muñoz, fotografías de Eva Lootz, las obras de Ángela de la Cruz y Erlea Maneros Zabala, que cuestionan los cánones del lenguaje, son recogidas en esta exposición de tres generaciones de artistas que proponen nuevas formas de mirar y habitar.

Algunas piezas han sido recientemente adquiridas por Helga de Alvear y la mitad no se habían exhibido antes.

Entre ellas, una gran serie de 177 pinturas de Soledad Sevilla, de las que se exponen 123, dos maquetas de la artista Esther Ferrer o una llamativa frase de oro de Dora García que abre la muestra.

Esta última es la creadora de Cien obras de arte imposibles que habla, para Hinojosa, de la aceptación del fracaso ante algo que es imposible materializar" y de que de las ruinas de ese fracaso pueden surgir otras muchas cosas que sí que nos afecten, fascinen y nos sobrecojan.

El título, que proviene también de una frase de la artista Dora García, refleja la imposibilidad de incluir en la muestra a todas las artistas presentes en la Colección Helga de Alvear, pero también, en palabras de la comisaria, es deseo de escribir todos sus nombres, uno a uno, en las páginas de lo que algunos llaman historia.

La Historia no debería tener género, la noción artistas mujeres puede ser problemática, a los hombres no se les llama artistas hombres, simplemente artistas, ya se sobreentiende, ha expuesto.

Así ha abogado por poner el acento en su contribución sin atender a su condición, entendiendo a las mujeres como coescritoras de la Historia.