La gran producción lírica de la edición de este año del Festival de Peralada, "La Traviata", es una actualización al siglo XXI de la célebre ópera de Giuseppe Verdi, basada en "La dama de las camelias", con una protagonista, Violetta Valéry, que se presenta como una mujer "empoderada".

El director de escena Paco Azorín, que firma esta producción, ha explicado en una entrevista con EFE que "Verdi seguro que también quería llegar al público del momento", y que lo que él quiere es que los espectadores contemplen la obra como si fuese la primera vez".

"La ópera cuenta con diez o veinte títulos en su repertorio que están tan manidos que todos saben cómo acaba cada trama, así que quería darle a esta 'Traviata' un enfoque nuevo sin juzgar a su protagonista", añade.

El director recuerda que "'traviata' quiere decir extraviada", considera esa visión salpicada de "machismo" y cree que, "en el siglo XXI, sería imperdonable juzgar a un personaje ya en el título".

"Violetta obra libremente y se merecía una segunda oportunidad, especialmente cuando se trata del terreno de las mujeres, donde todo han sido imposiciones", subraya Azorín.

Así, si Giuseppe Verdi innovó al situar la acción en el París contemporáneo del siglo XIX, Paco Azorín mantiene la trama en esta ciudad, pero "la fiesta con la que comienza es esta vez una de 2019".

"Actores y compositores quieren llegar al público de su momento, Verdi lo hizo y no tendría sentido no mantener ese espíritu, incluso sería de cobardes", señala el director.

Azorín puntualiza además que ese empoderamiento se percibe también en la novela original de Alejandro Dumas, "donde la libertad de las mujeres es fundamental.

Esta "Traviata" utiliza un doble escenario, "porque ese espacio está para jugar", uno inferior que refleja la realidad y otro superior, "donde los personajes sueñan, vuelan y son oníricos".

El director siente ante este estreno "orgullo y responsabilidad", consciente de que el Festival de Peralada cuenta "con una programación excelente, pero vuelca todos sus recursos en su producción principal, como es ésta".

El auditorio al aire libre del Castillo de Peralada supone un condicionamiento, "porque es muy complejo, pero también diferente", puntualiza Paco Azorín, convencido de que en una cita de este tipo "se tiene que arriesgar e innovar".

"Esta 'Traviata' está pensada para un público festivalero, que quiere novedades y al que vamos a intentar darle lo que pide", concluye.

El Festival ha reunido para la ocasión a un elenco encabezado por la soprano rusa Ekaterina Bakanova, una de las Violetas del momento desde que en 2015 debutó en el Covent Garden con este rol por una sustitución de última hora, logrando un gran éxito gracias a su poder vocal.

El ganador del concurso Operalia 2011, el tenor estadounidense René Barbera, será Alfredo en Peralada, y el barítono Quinn Kelsey se pondrá en la piel de Giorgio Germont, rol con el que debutó también en la Royal Opera House en 2016.

Les acompañará el Coro Intermezzo, que volverá al festival junto a la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu bajo la batuta del director Riccardo Frizza.

"La Traviata" se representará mañana lunes en el auditorio del Parque del Castillo de Peralada, y el próximo miércoles día 7 se ofrecerá una segunda representación.