Llevamos viendo y escuchando su nombre desde hace unos días y ya, por fin, ha llegado: el Black Friday. Este viernes negro que vuelve cada año con la intención de que todos adelantemos nuestras compras navideñas dando así el pistoletazo de salida al momento estrella de consumo del año: la Navidad.

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En Internet y a pie de calle, nos saltan ofertas de productos desde hace días, pero es hoy cuando se espera el gran pico de ventas en numerosos países que siguen con esta tradición.

Hay descuentos en todo: viajes, ropa, cosmética, perfumería, tecnología, alimentos... En concreto, entre hoy y el Cyber Monday que celebraremos el próximo lunes, los españoles compraremos hasta el 20% de nuestros regalos de Navidad y gastaremos de media, según distintas consultoras, unos 200 euros.

Pero esta fiebre por el Black Friday no llega ni a todos los posibles compradores ni a todos los comercios de nuestro país.

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¿Cómo afecta el Black Friday al pequeño coemrcio?

El pequeño comercio, el de proximidad, no puede seguir el ritmo de los grandes negocios del sector que crearon estos descuentos en determinadas fechas del año, en parte, para sacar el 'stock' que les sobraba.

Esto es lo que le ocurre a Pilar Baños, propietaria de una tienda de ropa en Cáceres, que exige una "regulación de esas rebajas" del gran comercio que tanto daño hace a los pequeños negocios.

Asegura Pilar que "no podemos competir con rebajas todo el año, no llegamos", por lo que lamenta que "nos estamos asfixiando".

De la misma opinión es Jorge González, propietario de la Droguería Villar de A Coruña. Un negocio de gran tradición familiar que se abrió hace casi 200 años, en 1987, por el que han pasado ya 6 generaciones.

Son varios los motivos por los que en esta droguería no existe el Black Friday ni ningún otro tipo de ofertas de los grandes comercios, por plena convicción de su propietario, que como nos explica en 'Mediodía COPE' "creemos que a la larga nos va a perjudicar".

Pero, sin duda, la verdadera razón por la que Jorge González huye de estas rebajas es porque "se produce un fomento del consumismo exagerado y va en contra de la sostenibilidad".

Y prueba de ello es que "el 40-50% de la ropa que se compra se acaba devolviendo, lo que supone unahuella de carbono bastante alta y por eso no queremos entrar en este tipo de prácticas", incide el propietario de la droguería.

Aunque hayamos escuchado antes a Pilar, dueña de una tienda de ropa de Cáceres, lamentando que por este tipo de ofertas, los negocios de barrio están "asfixiados", sin embargo, constata Jorge "en los últimos años cada vez se han sumado más comercios" al Black Friday en su ciudad.

Con motivo del Black Friday y de la proximidad de las Navidades, van a aparecer nuevos puestos de trabajo, pero temporales. Infojobs estima que va a haber un 15% más de empleo que en el mismo período del año pasado.

Son muchos los comercios que han iniciado una corriente opuesta en defensa de un consumo consciente y moderado, que vela por la sostenibilidad y por apostar por un 'slow fashion' cada vez más presente.

Reducir los precios para elBlack Friday puede animar a la gente a comprar artículos que no necesita, fomentando el consumo excesivo e inconsciente, como ha denunciado Jorge González, duelo de una droguería en A Coruña.