"Europa advierte del alto riesgo de la deuda pública española".

En su último análisis sobre estabilidad fiscal, la Comisión Europea envía una señal de advertencia a España, indicando que hay un alto riesgo de que nuestra deuda pública se vuelva insostenible a medio plazo. Además, la propia Comisión, le dice al gobierno que no se han producido avances significativos en este sentido. Estiman que, a este paso, las necesidades brutas de financiación del nuestro sector público alcanzará el 20% del PIB, siendo el 16% el máximo recomendable. Es decir, que el riesgo de inestabilidad financiera es enorme.

A todo esto, el gobierno no ha dicho ni ‘mu’. Como tampoco dijo nada cuando la OCDE definió nuestra reducción del ratio porcentual de la deuda, como un espejismo gracias a la inflación. De hecho, nuestra deuda bruta bate un nuevo récord cada trimestre.

Ya lo dijimos ayer. El crecimiento, del que hoy todos los medios hacen mención, ese que quintuplica la media europea, proviene del gasto público. Por eso crecemos, pero es un decorado. Pues aunque el Gobierno celebra la reducción de 17 puntos la relación deuda/PIB desde el pico alcanzado durante la pandemia, esa mejora se atribuye principalmente a la alta inflación y al crecimiento del PIB como dice la OCDE. Y como la deuda bruta sigue creciendo, si se ralentiza la economía, el ratio se disparará por encima del 120% para 2030.

¿Ajustes a la vista?

Sí, puesto que Europa mantiene el criterio de que la deuda pública de los países miembros, debería mantenerse por debajo del 60% del PIB. La última vez que España cumplió con este criterio fue en 2010. Se estima que estas correcciones se traduzcan en unos 8.000 millones de euros al año. Lo que frenará la economía española, empeorando el ratio de deuda aún más y complicando las opciones de financiación.

Y mira, desde la llegada de Pedro Sánchez, el volumen total de la deuda se ha incrementado en 380.000 millones de euros, una pelota que se suma a la que dejó Rajoy y que deberá comerse el que venga.

Ahora bien, déjame felicitar a los artífices de este desastre. Los genios que conducen la vieja Europa. Esos que la han hipotecado. Porque ante un gobierno gastón y derrochador, en lugar de exigirle controlar el déficit público, le compraron toda la deuda que se emitía. Quien se crea que el futuro económico de España se decide aquí se equivoca. Nuestros dueños son otros, esos a los que les debemos todo. Esos que tienen la llave maestra de la Salida de Emergencia.