Dos de cada diez españoles ha comprado productos falsificados en el último año de forma intencionada. Se trata de una cifra publicada en un estudio que resulta alarmante. Además, uno de cada tres europeos justifica la compra de este tipo de productos si el precio es demasiado alto, lo que equivale a más de un 30 por ciento. Pero, si nos enfocamos en los jóvenes menores de 25 años,la cifra sube hasta el 50 por ciento.

El negocio de la compra y venta de falsificaciones es una actividad que en España hace que los fabricantes y comercios tengan pérdidas de más de un 10 por ciento anual. De hecho, para hacernos una idea, España es el segundo país de la Unión Europea, por detrás de Bulgaria, que compra más falsificaciones. Se trata de un mercado que, por desgracia, está en auge.

La inspectora y jefa del grupo 3 de trabajo de la Unidad de Delitos contra la Propiedad Industrial e Intelectual, María Cirre, explica en 'Herrera en COPE' que en España "el volumen de importación de mercancía falsificada es inmenso. Mueve muchísimos millones de euros al año". De hecho, según datos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, en el año 2022 España fue el segundo país de Europa, por detrás de Gran Bretaña, en donde el valor económico de las falsificaciones que fueron confiscadas por la policía llegó a 22,7 millones de euros.

Principales exportadores

Aunque los principales exportadores son China y Turquía, en España también se producen falsificaciones, aunque "no a esa escala", comenta la inspectora. A veces, "para las organizaciones es más cómodo importar", ya que es "más barato que producir". Hay dos formas de producir en España, la primera consiste en importar el producto en blanco y se le pone la marca una vez que está dentro del país. O se importa el producto falsificado con la marca. La razón de hacer esto es porque dentro de Unión Europea para hacer un producto este debe tener unos requisitos mínimos de calidad.

Un vacío legal

En países como Francia, si te descubren en la aduana con un producto falsificado te ponen una multa. Pero en España, la situación es distinta, dado que en nuestro país solo está penado "lucrarse" con productos que son falsos. Es decir, importarlos y venderlos. "En este país no se pena la compra para uso personal de un producto falsificado", explica María Cirre.

En cuanto a si debería ser algo que debería estar penado o no por la ley, la inspectora explica que "depende de lo que nos interese" como país en lo que respecta a la protección de los derechos de la Propiedad Industrial. Un ejemplo de esto está en Francia, que es un país donde sí está penado dado que, a nivel económico, se mueve mucho dinero en la industria de la moda.