El portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, ha reconocido hoy que su partido "no ha cumplido su palabra" al haber apoyado ayer los presupuestos de 2018 sin haber logrado que el 155 se desactive porque no calculó bien su capacidad de influir en Gobierno central.

Egibar ha hecho esta reflexión durante su intervención en el pleno de la Cámara vasca, en el que se ha aprobado una enmienda negociada entre EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PSE, socio de gobierno del PNV en Euskadi, en la que se rechazan los Presupuestos Generales porque suponen una "agresión al Eestado de bienestar y un grave perjuicio para la ciudadanía de Euskadi y del conjunto del Estado".

El texto añade que las cuentas "consolidan" la desigualdad, la brecha social y que no revierten las "reformas" que han provocado el "empobrecimiento de gran parte de la población" y, además, "renuncian" a impulsar medidas que garanticen la calidad del empleo, el "blindaje" de los servicios públicos y los derechos sociales.

El portavoz del PNV, partido que junto con el PP han votado en contra de la enmienda, ha hecho autocrítica y ha asumido que su formación "no ha cumplido su palabra" porque ha respaldado las cuentas del Gobierno de Mariano Rajoy sin haber logrado hacer realidad la condición que puso para hacerlo: la derogación del 155 en Cataluña.

"El esfuerzo ha sido máximo, la capacidad limitada, no hemos conseguido desactivarlo y si hay que reconocerlo lo reconocemos. Ese es nuestro pecado, es nuestra culpa", ha indicado Egibar, quien ha precisado que fue su partido el que "se puso a sí mismo esa condición", algo que "nadie más hizo".

Ha señalado que el PNV "no midió bien sus fuerzas" y no fue consciente de que su capacidad de influir en el Gobierno central era "limitada". "Eso es la política", ha indicado.

Egibar ha asegurado que los partidos independentistas catalanes no ven la decisión de su formación como "una traición" y ha insistido en que, a pesar de no haber logrado desactivar el 155, el PNV justifica y defiende el acuerdo alcanzado porque conlleva inversiones para el País Vasco, que detallarán de manera pormenorizada, y la subida de las pensiones.

"El PNV no negocia nada para sí mismo", ha afirmado su portavoz, tras subrayar que continuará trabajando para lograr la derogación de la intervención de las instituciones catalanas por parte del Estado.

La portavoz de EH Bildu, grupo del que ha partido la iniciativa, Miren Larrion, ha señalado que es "evidente y bastante obvio" que el PNV no ha cumplido su palabra, se ha preguntado "qué credibilidad tiene", y se ha dirigido a sus parlamentarios para decirles que "está bien llevar el lazo amarillo, pero sería mejor no tener que llevarlo".

Jon Hernández (Elkarrekin Podemos) también ha denunciado que el PNV "ha faltado a su palabra" y ha advertido de que al "respaldar los presupuestos colabora" con las políticas del PP, de forma que "se ha saltado su línea roja y la ha convertido en una alfombra roja" para los populares.

La socialista Susana Corcuera ha dicho que "desde la discrepancia" su formación acepta los acuerdos entre los partidos porque son "legítimos" y ha dejado claro que el PSOE tomó la decisión de rechazar los presupuestos "sin tener que esperar a lo que decidiera el señor Puigdemont".

Por último, el popular Antón Damborenea ha trasladado al PNV que "está muy bien aprobar los presupuestos porque son buenos para los españoles y los vascos", pero le ha advertido de que los acuerdos alcanzados entre nacionalistas de cara al nuevo Estatuto de Euskadi "encienden todas las luces rojas" porque "ponen en riesgo" la estabilidad institucional.