El Gobierno canario no se sorprende de que el Ministerio de Hacienda se plantee reestructurar la deuda de las comunidades autónomas con el Estado, pero exige que si condona alguna partida, se haga de forma que no perjudique a las regiones que se han esforzado para endeudarse menos.

En declaraciones a Efe, la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, ha manifestado que, aunque no conoce el alcance de las propuestas que el Ministerio de Hacienda está valorando, Canarias es "proclive a que todo o parte" del endeudamiento del FLA (Fondo de Liquidez Autonómico) o el FFF (Fondo de Facilidad Financiera) puedan ser destinados directamente por las comunidades a financiar sus competencias en servicios públicos fundamentales.

No obstante, Dávila ha señalado que cualquier asunción o condonación de la deuda de las comunidades autónomas deberá efectuarse de modo que "no suponga un perjuicio, en modo alguno, para aquellas autonomías que incrementaron su endeudamiento en menor medida".

Por ello, entiende que deberá realizarse bien de forma uniforme, y en proporción a su PIB, entre las comunidades autónomas (por la parte que se determine que sea preciso reducir en todas las CCAA), o bien de forma preferente para aquellas que han presentado una menor financiación procedente del Sistema de Financiación.

La consejera ha hecho hincapié en que no se debe considerar "en modo alguno" los distintos niveles de endeudamiento que presenta cada una de ellas.

Canarias es una de las CCAA menos endeudadas del Estado y su deuda por habitante la menor de España. Para seguir en esos niveles, recuerda Dávila, ha realizado "importantes esfuerzos que han tenido que soportar los canarios", por ello desde el Gobierno regional se exige ahora que, en caso de desarrollarse alguna estrategia de condonación, haya proporcionalidad en las medidas.

Así mismo, ha apuntado que si de lo que se trata es de introducir los recursos de la deuda de las comunidades autónomas en el nuevo modelo de financiación ahora en discusión, Canarias exigiría permanencia de la fórmula, más allá de los diez años que prevén en este momento los mecanismos financieros vigentes.