El Gobierno turco argumentó días después el cierre en la necesidad de "garantizar la seguridad de los ciudadanos, de los altos cargos y de la República de Turquía contra las escuchas ilegales realizadas mediante espionaje". El viernes pasado, tras un recurso de la Unión de Colegios de Abogados de Turquía, un juzgado de primera instancia de Ankara revocó la orden de cierre general de Youtube, manteniendo únicamente el bloqueo a 15 cuentas individuales, pero durante el fin de semana, un tribunal penal de la misma ciudad anuló esa sentencia. La batalla jurídica llega después de que el pasado miércoles los jueces del Tribunal Constitucional declararan ilegal el cierre general de Twitter, por "vulnerar las libertades individuales". Un día más tarde, las autoridades turcas cumplieron la sentencia y abrieron el acceso, bloqueado en Turquía desde el 20 de marzo. Pese a ello, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, señaló que la decisión del Tribunal, si bien debía acatarse, no era en su opinión "ni correcta ni patriótica". El magistrado jefe del Tribunal, Hasim Kiliç, renunció hoy en entrevista con el diario "Hürriyet" evaluar las "reacciones emocionales" a la sentencia, pero subrayó que la decisión se había tomado por unanimidad.