Alejandro Talavante protagonizó en la faena al último toro los únicos pasajes estimables de una decepcionante tarde en Las Ventas, en la que el ganador no contribuyó ni sus compañeros dieron tampoco la talla, por eso, a su juicio, "para remontar tanto en contra había que salir sin miedo a morir"."Ha sido una tarde muy difícil, y al final se ha puesto hasta pesada. No había manera de 'meterle mano' a la corrida, y por eso he salido a que el sexto toro me partiera la cara, a por todas pasase lo que pasase", reconoció Talavante a Efe al finalizar la corrida."Pero bueno, en lo personal me voy feliz por esa imagen dada en el último toro, pienso que he toreado muy puro y de verdad, aunque al final no he obtenido la recompensa que buscaba. Echaré el resto en la Beneficencia del próximo día 4 de junio", concluyó.Manzanares se marchaba apenado de la plaza por la imposibilidad de armar faena ante sus dos toros, y aunque lo que más le dolieron fueron "las continuas censuras desde el tendido", y no por él, sino "por la gente que viene con ganas de ver toros de verdad"."Es una sombra que siempre me perseguirá, pero bueno, la verdad es que ninguno de mis toros me ha dado opciones: el primero se ha 'rajado' y el otro ha sido muy complicado sacarle algo bueno. Una tarde muy cuesta arriba y difícil de remontar", declaró el alicantino.Por su parte, Sebastián Castella, habitual a su estilo parco y bohemio, se fue de la plaza con la cabeza gacha y sin hacer declaraciones.