Precisamente cuando contaba con ocho años se confirma y a los nueve hace la Primera Comunión. Su faceta de maestra le hace entregarse a los demás, sembrando en ellos la semilla del Evangelio. Con un fuerte ímpetu de servicio, entra en un hospicio, pero aquella comunidad queda disuelta por el Obispo, al ver las desavenencias existentes entre las monjas. No obstante, el Prelado reparará en Francisca a la que le encomienda otra tarea. Así fundará las Misioneras del Sagrado Corazón, que en 1907, obtendrá la aprobación pontificia. El fuerte ardor por el Señor, le hace predicar el Evangelio, propagándose la Congregación por todo el mundo. Tampoco falta su espíritu de obediencia al mandarle León XIII centrar su misión en los necesitados y emigrantes de América. Muere en 1917. Iconografía: Se le representa sentada en uan silla en postura orante y vistiendo el hábito de las Misioneras del Sagrado Corazón. Otros Santos: Clotilde, Demetrio y Flaviano.