Javier Moliner, presidente del PPCS ha denunciado que “esto recuerda ya a la época dura de la violencia callejera”. El objetivo de los atacantes era provocar todo el daño posible, ya que entre las pruebas recogidas por la Policía, hay parte de la etiqueta de uno de los artefactos, en la que se puede leer la especificación de que el explosivo era “súper extra detonante”.   Moliner ha explicado que “éste es un salto más en la disparatada escalada de presión que está sufriendo el Partido Popular las ultimas semanas. Es consecuencia de la línea ascendente de acoso, en la que desde plataformas radicales se organizan escraches en las sedes del PP, luego en los domicilios particulares de algunos dirigentes y sus familias; en la que, después, un partido presuntamente democrático pide la persecución y acoso domiciliario del presidente de NNGG de Castellón por defender a los jóvenes; y en la que un sindicato llama nazis y fascistas a los jóvenes del partido”.   Javier Moliner, ha lamentado que "hoy la sede del PPCS de Castellón ha sufrido unos ataques violentos que, además, llevan la firma ideológica de quien los ha hecho –en referencia a la pintada que han hecho con la frase ‘Som País Valencià’-. Este acto vandálico no nos doblega, y seguiremos recorriendo con fuerza y convicción el camino emprendido para realizar las reformas necesarias que impulsen a este país adelante". “Los radicales políticos de Castellón tienen mejores maneras de defender la denominación del País Valenciano que utilizando ácido y detonantes”, ha insistido el presidente provincial del PP.   "Si quien lo ha hecho pensaba que de la amenaza podía obtenerla rendición, se ha equivocado absolutamente de camino con el Partido Popular. Creo que los hechos tienen la gravedad suficiente para recibir una condena unánime de todas las fuerzas políticas del arco democrático de la provincia de Castellón", ha señalado Moliner.