“Ha sido un caos”, relata David que trabaja en una sucursal bancaria a 20 metros de la zona del accidente. “La normalidad parece que ha vuelto. Hubo un momento con las líneas cerradas y el  trafico cortado”.
Pero “podía haber sido peor”, si hubiera caído sobre una vía de tren que pasa al lado.

En su caso, también ha tenido “suerte”. “Paso todas las mañanas andando  por donde se ha estrellado el helicóptero pero  hoy fui por una calle paralela”.

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