La semana que viene se celaba el día del libro. Para los que aman la lectura "es el día de celebrar una pasión que es devoción. Pero para libreros y editores, es "un balón de oxígeno en medio de la asfixia. La crisis ha llegado al sector editorial y las bajadas de ventas son de dos dígitos", asegura el Premio Planeta.

Para el Lorenzo Silva “una de nuestras pocas industrias autóctonas que da empleo a miles de personas, se tambalea. Buena parte de sus apuros se debe a que personas que dicen amar la lectura han elegido no reconocer el esfuerzo de quienes hacen los libros y pagar por ellos a quienes simplemente los copian”.

“Se ha asentado el hábito de la copia ilegitima”, afirma. “Es algo aceptado y venial y si no apostamos por quienes nos dan lo que amamos, dejaran de dárnoslo. Prosperan quienes ni producen cultura, ni pagan impuestos”.

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