La durísima corrida de Victorino Martín ofreció opiniones muy dispersas, pues si en el ruedo los de luces pasaron un calvario, en los tendidos, en cambio, aplaudían los toros con pasión desbordada, aunque Antonio Ferrera puso orden con sus palabras: "Ha sido la peor corrida que le podía salir a Victorino"."Ha sido durísimo, sin duda la peor corrida que le puede salir a un ganadero y la peor también para los toreros, pues el "victorino" es un toro exigente, pero siempre por abajo y transparente, hoy no han tenido esa claridad, ni se han entregado, al contrario, hemos estado toda la tarde en el filo de la navaja", señaló Ferrera a Efe al término del festejo.Sobre el nefasto trato del público de Madrid hacia los toreros, a los que despidieron tirándoles almohadillas, y, en el otro extremo, las ovaciones en prácticamente todos los arrastres, Ferrera aseguró que este viernes el reconocimiento de la gente "ha estado un poco lejos de lo que ha sido la tarde"."No es que me esté quejando de que nos hubieran dado un trato más pacífico, pues el público es soberano y puede opinar lo que quiera, pero sí que pienso que hoy le ha faltado un entendimiento mejor de las circunstancias", concluyó Ferrera.En la misma línea que Ferrera, Uceda Leal declaró también que la corrida fue "muy dura", y en ese sentido "todos los compañeros, matadores y cuadrillas, se han jugado la vida"."La única opción que teníamos era mostrarnos por encima de las circunstancias, y la gente no lo ha entendido o no ha querido entenderlo así", apostilló el madrileño.Alberto Aguilar, por su parte, quiso quitarle hierro al asunto, y tras esquivar unas cuantas almohadillas y recibir también otros tantos improperios, señala que "las broncas son también muy toreras"."Esto es lo que suele ocurrir cuando le gente quiere ver lo que no hay; y hoy ha sido una corrida muy exigente, imposible para hacer el toreo. Entiendo que el público quiera ver otro tipo de toreo, pero con ganado así lo único que queda es salir vivo y poder contarlo de camino al hotel", concluyó.