La sociedad española vive con la expectativa de la confirmación de un cambio de tendencia en la economía que tenga incidencia en la vida diaria con el aumento de la productividad, el consumo y la creación de empleo. De ahí que se de una especial sensibilidad, auspiciada por los medios de comunicación, ante las noticias que apuntan en la buena dirección de la economía.Tanto el último boletín económico del Banco de España como el informe de la Fundación de las Cajas de Ahorro, han coincidido en su diagnóstico: la economía crece este año a un ritmo constante, que aumentará en el próximo.  Este crecimiento se debe, en primer lugar, a la tasa positiva de la demanda interna, algo que no había ocurrido desde que comenzó la crisis. El consumo de las familias subirá gracias al moderado aumento de la renta disponible, que hará posible la creación de empleo. Otro de los factores del crecimiento es que el gasto de las empresas se fortalecerá debido a la mejora económica y financiera, mientras que el consumo público, si bien seguirá cayendo, lo hará a un ritmo más suave que en años precedentes.El hecho de que el Banco de España, que suele ser cauto en sus previsiones, anuncie una tendencia de creación de empleo que se irá consolidando a medida que pasen los meses, es una oportunidad para que se fortalezca la necesaria confianza en la política económica del gobierno, que debe ser decidida sobre todo para acelerar la reducción del paro.