Su manifestación clínica más habitual es la aparición de lesiones en la piel de tamaño variable, enrojecidas y recubiertas de escamas blanquecinas de grosor variable. El curso de la psoriasis es caprichoso, ya que puede desaparecer y volver a aparecer en los mismos sitios del cuerpo o en otros. Cada individuo afectado tiene su particular psoriasis, y lo que funciona en unos puede que no sirva o incluso vaya mal a otros. Por este motivo, el tratamiento debe ser personalizado para cada paciente, en función del tipo de psoriasis que tenga.La enfermedad no es hereditaria, pero hay una predisposición genética para padecerla, y un tercio de los afectados tiene familiares directos con psoriasis. Se sabe que, además de esta predisposición, son necesarios otros factores desencadenantes. José Luis Estebaranz, jefe del grupo de psoriasis de la Academia Española de Dermatología, ha comentado en La Tarde que “se está investigando mucho y ya conocemos muchas alteraciones. No tenemos cura pero si medicamentos y tratamientos para mantener limpio de lesiones al paciente”.El doctor Estebaranz ha señalado que “hábitos de vida como bajar peso mejora mucho la psoriasis, además de evitar la ingesta de alcohol y llevar una dieta equilibrada”.200.000 personas en España padecen psoriasis