Lo menos conveniente para España en este momento es entrar en el período de inestabilidad política que se abre con la moción de censura presentada por el PSOE. Sin duda la sentencia del caso Gürtel, dejando aparte las sensibilidades de los jueces, es un mazazo para el Partido Popular, que necesita una catarsis profunda. No está solo en juego la estabilidad del Gobierno y los previsibles resultados de unas elecciones, sino el futuro del partido como una formación relevante. Rajoy ha manifestado su voluntad de acabar la legislatura, pero hace falta que los líderes del PP entiendan lo que está pasando y muestren sensibilidad hacia lo que se mueve en amplios sectores sociales.

Pero en la situación en la que está España, con el desafío secesionista encima de la mesa, un cambio de Gobierno para que Sánchez se ponga al frente del Ejecutivo después de haber recibido el apoyo de los independentistas tendría efectos profundamente nocivos. Ciudadanos ha hablado de una moción de censura instrumental para convocar elecciones, que no sabemos cómo podría arbitrarse. Tampoco sería responsable que apoyara la que ha presentado el PSOE.