El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha recusado a todos los magistrados del Tribunal Supremo que tienen que resolver sobre si sigue siendo o no el jefe del Ministerio Público.

El fiscal general ha presentado un incidente de recusación contra los cinco magistrados de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo, que tienen pendiente de resolver un recurso de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) contra su designación al frente de la Fiscalía General del Estado.

Por su parte, el Partido Popular ha pedido la dimisión o el cese inmediato de Álvaro García Ortiz tras el "nuevo varapalo" del Tribunal Supremo, quien, según los 'populares', "tumba su sistema clientelar de designaciones" que ha "avalado" Pedro Sánchez.

El Senado, con mayoría del Partido Popular, acaba de aprobar una resolución en la que insta al Gobierno a proponer precisamente la destitución del fiscal general del Estado por incumplimiento de sus funciones.

García Ortiz debe dejar su cargo por dignidad

Fuentes fiscales aseguran a la jefa de Tribunales de la Cadena COPE que Álvaro García Ortiz debería dejar su cargo después de que el Tribunal Supremo haya anulado el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de la Memoria Democrática.

Existe un malestar generalizado en contra del comportamiento del fiscal general del Estado del que dicen tiene que marcharse ya por el bien de la Fiscalía.

Hablan de falta de dignidad y de irresponsabilidad. García Ortiz no puede tomar decisiones que solo benefician al Gobierno, nos dicen las fuentes consultadas. Además, señalan que tiene que dejar de arrastrar la institución y se preguntan qué más le tiene que decir el Tribunal Supremo.

Estos avisos llevan a la prevaricación. La línea entre la desviación de poder como sentenció el Supremo tras anular el ascenso de Dolores Delgado a la máxima categoría y la prevaricación es muy fina.

El cargo del fiscal general cesa cuando cesa el Gobierno, pero las fuentes consultadas por COPE, señalan a Patricia Rosety, que una llamada de Moncloa puede hacer que se vaya.