En TRECE nos hemos "colado" en dos cenas de empresa, una en Barcelona y otra en Madrid, para conocer cómo está viviendo la hostelería estos eventos anuales, después de la pandemia: "Este año las reservas empezaron prontísimo, a mitad de octubre ya teníamos días completos", aseguraba la propietaria de Casa Pedro (Madrid). También, desde el Pepinillo Restaurante, en Barcelona, donde su propietario asegura estar "completos todo el fin de semana, jueves, viernes y sábado... y ya estamos empezando a llenar el 31 de diciembre".

Todos coinciden en un sentimiento: las ganas de salir y retomar las cenas de empresa con los compañeros y jefes. Estos eventos son para disfrutar, pero hay que tener mucho cuidado y nos hemos preguntado... ¿Puede echarme mi jefe por mi comportamiento en la cena o fiesta? Pere Vidal, abogado laboralista, nos saca de dudas: "Aunque parezca mentira, es mucho más habitual de lo que podamos pensar. Hay bastantes sentencias en las que se despide a trabajadores porque, tras beber más de la cuenta, han insultado, han agredido, han acosado... en ocasiones estas cenas le pueden costar el trabajo a más de uno".

Pere advierte que el Tribunal Supremo ya se ha pronunciado al respecto asegurando que "aunque no sea el centro de trabajo, sí es una actividad vinculada a la empresa, por lo que cualquier acto, aunque no sea en horario laboral y pueda dañar la reputación de la empresa, es sancionable y puede llevar a un despido disciplinario procedente".