Decir que el fondo europeo de ayuda a los países que más sufren la pandemia es un buen acuerdo, no es en absoluto incompatible con decir, que ese acuerdo tiene letra pequeña. Primero, ese dinero no llega a España hasta el segundo semestre del año que viene, y el dinero nos corre prisa. Porque lo peor está por venir.

Segundo, ese dinero esta sujeto a condiciones. Y aquí viene la tercera pata, los países llamados frugales pueden no impedir, peros sí retrasar aún más la llegada de ese dinero a países como España. Las reformas son las que ya habréis oído. No tocar la reforma laboral, emprender la reforma de las pensiones y subidas de los impuestos.

Y cuarta condición, recorte de los presupuestos de la Unión Europea. En la PAC, las ayudas de las que depende el campo español, puede poner en peligro el sustento de muchas familias.

Es por tanto, ¿un buen acuerdo? Sí, ¿es un acuerdo para que nuestro gobierno y Pedro Sánchez se aplaudan a si mismos como han hecho nada más llegar a la Moncloa? Lo cierto es que ese acuerdo lo aprueban los países que suponen el 80% del PIB de la Unión Europea: Alemania, Francia, Italia y España.

De hecho el papel de Pedro Sánchez ha sido secundario, y seguramente era lo mejor. Lo que además han decidido es proteger el sistema de la democracia liberal, lejos de los comunismos y los populismos. Nuestro gobierno tiene parte de esos extremismos dentro de su seno. Lo mejor que ha podido hacer Pedro Sánchez es quedarse callado, a lo mejor se aplaude por eso.