En Perseguidos pero no Olvidados hablamos de Mozambique. El Covid-19, el cólera y los atentados terroristas marcan el día a día de la población civil en la zona norte de Mozambique, en Cabo Delgado. La violencia de los grupos yihadistas está llegando a límites insoportables con la decapitación de niños de 11 o 12 años. La posibilidad de que la violencia se extienda más allá de Cabo Delgado a otras zonas del país e incluso a Tanzania es cada vez mayor. Hemos entrevistado a la hermana Blanca Nubia, Carmelita Teresa de San José, que se encuentra en Metoro. Ella es misionera colombiana y comparte la misión con otras dos religiosas de España y Colombia. Lleva 17 años como misionera viviendo en Cabo Delgado y es también profesora de Filosofía.

"En estos momentos el conflicto han bajado la intensidad", comenta la hermana Blanca, "aunque no está solucionado. Aún hay ataques aislados en diferentes aldeas". Con respecto a las decapitaciones de niños la religiosa revela que son informaciones de los propios mozambiqueños que han emigrado a otros lugares y cuentan estos episodios de barbarie, pero "aún no hay confirmación por parte de fuentes oficiales".

De las familias desplazadas la Hermana Nubia cuenta que “viven en condiciones duras, sin trabajo, comida y no hay ayuda suficiente para todos”. Además como es época de lluvia, "muchos refugiados se arriesgan a volver a sus pueblos para cultivar sus parcelas".

La Iglesia en Mozambique apoya a los desplazados sobre todo con alimentación, herramientas de trabajo, semillas y material de construcción. También brinda atención pastoral y psicosocial entre los refugiados desde las parroquias donde han sido alojados. Ayuda a la Iglesia Necesitada por su parte ha otorgado a la iglesia local en Mozambique una ayuda de emergencia de 160.000 euros

También hablamos de otro país donde la libertad religiosa dista mucho de ser una realidad, China. A propósito del libro Cartas de sangre, escrito por el profesor Lian Xi, sobre el caso de la poeta y periodista china Lin Zhao, arrestada por el régimen de Mao en 1960 y ejecutada ocho años después. Sara Villalón, una joven católica española que ha estado allí de misión y nos cuenta que cuál es la realidad de los cristianos de China y cómo viven su fe.

Sara sintió el llamado de Dios y renunció a su trabajo para irse a China. Refiriéndose a su experiencia en el gigante asiático, expresó: “nos siempre podía ir a misa en la iglesia y los confesionarios había cámaras para controlar quiénes éramos”. En China Sara era parte de la

Iglesia clandestina que son los cristianos chinos que están en comunión con el Papa. Se reunían en casas con otras familias para no ser controlados por el gobierno.

Sara también comentó durante la entrevista que “los católicos en China saben que no son libres pero no renuncian a Jesús”.

Además recordamos el 5to aniversario de la masacre en un parque de Pakistán el Domingo de Resurrección en la que murieron 78 personas hace cinco años y del secuestro de 7 monjes en Argelia, martirizados hasta su muerte.

Y en la imagen de la semana presentamos varias fotos de distintas celebraciones de Domingo de Ramos en varios países del mundo.

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