La eliminación de una foto en la cuenta oficial de Instagram de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por “violencia extrema” ha puesto en el punto de mira la normativa que emplean las redes sociales con respecto a los contenidos.

La imagen fue tomada y publicada en la plataforma el pasado mes de mayo. Una instantánea de Isabel Díaz Ayuso y David Casas Ramos, periodista taurino, en la Plaza de Toros de Las Ventas con motivo de la Feria de San Isidro de Madrid. A pesar de no aparecer ninguna imagen del acto, el responsable del perfil de la política asegura que los motivos a los que ha alegado Instagram han sido “violencia” y “organizaciones peligrosas”.

La presidenta de la Comunidad de Madrid invita a reflexionar sobre el hecho: “Imagino que es algo ideológico por los toros. Si vamos a estar cerrando cuentas de redes sociales por cuestiones ideológicas, como parece ser este caso, uno se tiene que plantear qué está haciendo”. Un día después, y debido a la polémica, Instagram decidió volver a hacer visible la fotografía de Ayuso.

Natalia Sara Mendinueta, experta en comunicación estratégica en gestión de crisis y reputación, ha estado en 'La Lupa' de TRECE para hablar acerca del caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid y de los filtros de las redes sociales que censuran el contenido que suben los usuarios: “Muchas veces entramos en las redes y aceptamos las condiciones, sin saber cuáles son. Pasamos a estar en sus manos, es decir, pueden cambiar las condiciones. Instagram o Facebook, utilizan algoritmos en torno a unas decisiones o pautas que les da la compañía, cribando de manera masiva los contenidos. No hay ninguna explicación lógica para que una foto de este tipo, en el que no hay un contenido explícito violento, sea censurada”.

Natalia explica que los perfiles de las cuentas verificadas, ya sea de una personalidad reconocida a nivel político o cultural, reciben más incidencia por parte de dichos algoritmos en los contenidos que publican: “Lo que es curioso es que esta misma fotografía, que ha sido censurada de la cuenta de Ayuso, no lo ha sido de la cuenta del periodista, cuando la imagen es la misma. Esto da una idea de que el aspecto de los algoritmos o de control es bastante frágil, dado que la norma debería aplicarse a todos los contenidos”.

Sin embargo, tras la censura de la fotografía publicada el pasado mes de mayo en la cuenta de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Ayuso ha vuelto a subir una imagen en el mismo lugar, junto con el periodista, a la que se sumaba el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. “A ver si hay suerte con esta”, declaraba la política en el pie de imagen.

View this post on Instagram

Una publicación compartida de Isabel Di?az Ayuso (@isabeldiazayuso)

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

Respecto a esto, Natalia asegura que“la última palabra, nos guste o no, la tienen siempre las redes sociales. Poseen el poder de decidir qué contenidos son los que se publican; qué contenidos, siendo iguales en los perfiles pueden ser o no difundidos o qué contenidos son los que puede ver una persona en función de sus interacciones".

“Habrá que esperar cuál es la reacción de Instagram”, declara la experta en comunicación. “Entramos en un juego que nos sirve para reflexionar el poder que sustentan estas compañías. Tienen grandes intereses y controlan la información que circula en redes, lo que configura la percepción y la opinión de las personas. Es importante presionar o exigir para que los comportamientos de las compañías sean más acordes no solo a sus intereses, sino a los efectos que tengan en la sociedad”.