El periodista de investigación, Nacho Abad, ha analizado en 'El Cascabel' las claves del juicio contra el Cuco y su madre por un presunto delito de falso testimonio derivado de sus respectivas comparecencias en el juicio celebrado en 2011 por el asesinato de Marta del Castillo. Ambos han reconocido los hechos contenidos en el escrito de acusación de la Fiscalía, anunciando del mismo modo su decisión de no contestar preguntas tal y como ha explicado Nacho Abad en TRECE.

"El Cuco fue al juicio y dijo que estaba en su casa durmiendo a las 1.30h de la madrugada, y la madre dijo que vio al hijo durmiendo y que le dio un beso de buenas noches. Durante meses anteriores ha habido una persona que se ha infiltrado en la familia, este hombre grabó más de 600 horas de conversaciones porque se hizo muy amigo de la madre".

Y es aquí, según explica Nacho Abad, donde está clave, ya que el infiltrado "grabó conversaciones en las que decía que la madre había mentido y esas grabaciones se han presentado en el juicio de hoy". Sin embargo, como apunta el periodista de investigación, "la mejor táctica cuando sabes que te van a condenar es confieso".

Como ha explicado Nacho Abad, "el Cuco y su madre se han sentado hoy y han confesado que mintieron, pero no han aceptado ninguna pregunta. De forma deliberada, han aumentado el dolor de la familia porque podían haber aportado datos del paradero de Marta. Ya que les van a condenar podrían haber aportado datos del paradero de Marta. Se ha comprobado que ellos dos son unos embusteros".

Las consecuencias, señala Nacho Abad, "lo lógico es que sean condenados por falso testimonio, aunque la Fiscalía pide 8 meses de prisión y la acusación particular 2 años, al haber sido condenados anteriormente, quedará a discreción del juez si entra a prisión o no. La sensación de Antonio del Castillo y Eva Casanueva es que el Cuco y Rosalía se han reído de la Justicia".

Además, Nacho explica que "Antonio Casanueva me decía hoy que se han vuelto a reír de la Justicia, y que son 'alimañas' en su opinión a quien hay que dar las espalda porque tienen la empatía bajo mínimos".