Adolfo Prego, exmagistrado del Supremo: “Decir que un auto judicial es estrambótico son sandeces”
El exmagistrado defiende el carácter garantista de la justicia española y critica los ataques del Gobierno al juez Peinado: “Todas las resoluciones están motivadas jurídicamente”
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El exmagistrado del Tribunal Supremo, Adolfo Prego, analizó en El Cascabel de TRECE la situación judicial que rodea al presidente del Gobierno, su entorno familiar y las críticas del Ejecutivo a las decisiones de los jueces. Prego defendió que el sistema judicial español sigue siendo “absolutamente garantista” y advirtió de los riesgos de un clima político que busca erosionar la credibilidad de la judicatura.
“El sistema es garantista, incluso con los poderosos”
Prego recordó que la Ley de Enjuiciamiento Criminal, heredera de la tradición liberal de Alonso Martínez, fue concebida para proteger al ciudadano frente al poder. Aunque reconoció que los sucesivos “remiendos” legislativos han debilitado algunos aspectos, recalcó que “los jueces velan por las garantías procedentes y eso no se va a perder”.
Sobre los casos judiciales que afectan a familiares directos del presidente, el exmagistrado señaló que la justicia no distingue entre cargos o profesiones: “Es indiferente si es presidente, médico o violinista. Todos son ciudadanos con presunción de inocencia”. Sin embargo, alertó de un riesgo creciente: el debate público y la exposición mediática en la fase de instrucción. “Tanta publicidad y discusión van creando un estado de opinión que convierte al acusado en un condenado antes del juicio oral”, advirtió.
Críticas al Gobierno: “Decir que un auto es estrambótico son sandeces”
El presentador le preguntó por las declaraciones de ministros que calificaron de “estrambótico” el auto del juez Juan Carlos Peinado. Prego fue tajante: “Son sandeces que se dicen porque tienen una rentabilidad política y nada más”.
Explicó que toda resolución judicial está motivada y razonada jurídicamente, y que la vía correcta para cuestionarlas es la impugnación ante instancias superiores: “Ninguna resolución de este tipo se hace porque sí. Puede ser correcta, mejorable o revocable, pero jamás estrambótica, salvo que estuviera hecha por un loco, y no es este el caso”.
En cuanto a la propuesta de que sea un jurado popular quien juzgue ciertos delitos, Prego recordó que se trata de “una obligación legal” establecida por la Ley del Jurado. Sin embargo, mostró su desacuerdo con que se atribuya al jurado la competencia sobre delitos de malversación: “Es un delito demasiado complejo para que lo decidan en cuanto a los hechos un jurado. Hace falta formación jurídica y precisión conceptual”.
La independencia judicial frente a las presiones
El exmagistrado también habló de su experiencia personal en el Supremo. Negó haber recibido presiones directas del poder político, pero sí reconoció haber sido blanco de “campañas brutales de ataques desde la prensa”. Para proteger su independencia, desarrolló lo que llamó un método de “impermeabilización”: “Cada día me traían el resumen de prensa y lo tiraba directamente a la papelera. Era mi forma de blindar mi conciencia frente a insultos y campañas de desprestigio”.
Subrayó que los jueces se entrenan desde el inicio de su carrera para soportar esas presiones y mantener su criterio jurídico. “Una sentencia, si no tiene credibilidad por el prestigio de quien la dicta, se percibirá no como justicia, sino como venganza o represalia”, señaló.
Finalmente, Prego insistió en la necesidad de preservar la confianza ciudadana en el sistema: “Hay que tener confianza en los mecanismos jurídicos inventados para asegurar el acierto de las decisiones judiciales”.