El productor y director de cine Miguel Ángel Tobías está siempre donde hace falta. Cuando ocurrió el terremoto de Haití, en 2010, decidió irse para allí y poner al servicio de los demás sus habilidades como técnico en emergencias sanitarias. En esta alerta sanitaria provocada por el coronavirus, decidió que su lucha iba a tener lugar en las residencias de ancianos, uno de los lugares donde más se está cebando la pandemia. Este miércoles ha contado su experiencia en 'El Cascabel' de TRECE.

Después de guardar una cuarentena preventiva, Tobías está trabajando como voluntario en una residencia de ancianos en Madrid. El cineasta cuenta que tiene "sentimientos encontrados" porque los mayores están pasando unos momentos "muy duros" por estar confinados y aislados de sus familias, pero que al mismo tiempo ve que los trabajadores de la residencia están poniendo "el alma, el corazón y la vida" para cuidar de ellos. "No existen horas".

Tobías destaca que los cuidados no se limitan al ámbito sanitario, sino también al de acompañar. Así, por ejemplo, se está tratando de contactar por teléfono a los residentes con sus familiares. De esta forma, se procura que hagan una vida "lo más normal posible". A pesar del sufrimiento y de los fallecimientos que se han producido en el centro donde se emplea como voluntario, Tobías subraya la "humanidad" que ve dentro de la residencia y que aquellos que han muerto "no lo han hecho solos".