MARTES 4 SEPTIEMBRE

Santa Rosa de Viterbo, la joven que heredó el cielo con 18 años

Desde pequeña, Rosa admiraba la entrega de los santos por Jesús y la Virgen. Por eso, ella decidió seguir su ejemplo desde la oración y la penitencia hasta llegar al cielo. 

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Hoy hablamos de la italiana Santa Rosa de Viterbo. Nace en Italia en el año 1234. Solo vivió 18 años. Con la mayoría de edad alcanzaría Rosa el Reino de los Cielos. Ya desde muy pequeña oyó hablar de Santos que hacían mucha penitencia por su conversión y la de todas las almas pecadoras. Rosa pensó que ella también debía vivirlo así. Su mortificación fue muy dura, hasta el punto de casi enfermar.

Sin embargo, Dios no buscaba ese extremo y le envió el consuelo de la Madre del Cielo. La Virgen no le pudo ocultar la alegría del Señor por sus unión en la oración y la penitencia para lograr la conversión de muchas almas. Pero no se trataba de llegar a esa situación, sino que el Plan de Dios le animaba a santificarse tomando el hábito de la Tercera Orden Seglar Franciscana.

Ya su padre había sido testigo de que Rosa, con pocos años, devolvia intacta a una niña una cántara con comida. Esto le hizo pensar que su hija iba a ser muy caritativa. En su sacrificio, ofrecía oraciones especiales por las benditas ánimas del Purgatorio tal y como le había rogado la Virgen. Su testimonio de Fe se mostró en el ejemplo de seguir el carisma de Francisco de Asís desde la pobreza, pero también con la defensa de la Fe. Rosa hizo frente a algunas desviaciones doctrinales que había en la Italia del siglo XIII.

El Emperador, molesto por su actitud, manda a toda su familia al destierro. Rosa de Viterbo muere a los dieciocho años y su cuerpo quedó incorrupto. Posteriormente sus reliquias serían trasladadas a la Iglesia de Santa Clara para dar fe de su amor por el carisma de San Francisco “el pobrecillo de Asís”.

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