Santa María Goretti

Siempre recuerda el Señor que hay que rezar por los que os persiguen y calumnian. Hoy celebramos a Santa María Goretti, que en su lecho de muerte oró por quien le quitó la vida. Nacida en Corinaldo (Italia), en 1890, procede de familia pobre y humilde, además de fuerte Fe. Al día siguiente de nacer, la pequeña es bautizada y consagrada a la Virgen, recibiendo la Confirmación cuando contaba con seis años.

Su madre, se esfuerza por educar a su hija en el verdadero temor de Dios, dentro de un hogar donde no faltaba la asistencia a la Misa los domingos, así como la oración en común, además del rezo del Santo Rosario. Pero el sustento escaseaba. Pronto se verán obligados a emigrar a otras tierras para trabajar al servicio de los Condes de Mazzoleni. Allí coincidirán con la familia Senerelli, con la que mantendrán una gran relación.

Al año siguiente, muere el padre de María y su esposa se dedica al campo. Como no tiene tiempo para sus hijos, María se encarga de instruir a sus hermanos en la misma Fe que había sido educada ella. Será una verdadera catequista y un ama de casa modélica. Después de haber recibido la Primera Comunión y haberse reafirmado en su Amor a Dios, viene la prueba. Y es que Alejandro, el hijo de la familia Senerelli, atentó contra su dignidad.

María puesta en trance de defender su castidad e integridad, prefirió morir antes que pecar. Así entregó la vida a Dios en 1902, perdonando a su enemigo. La gran oración de María Goretti fue: “Yo le pido a Dios que le perdone porque rezo para tenerle a mi lado en el Cielo”, Sus ruegos tuvieron efecto porque Alejandro arrepentido, después de salir de la cárcel, terminó sus días haciendo penitencia como hermano capuchino.