Santoral

San Moisés

Guía de Israel hacia la Tierra prometida, gran misión en la Antigua Alianza, preludio de la Definitiva sellada en El Calvario por Cristo

Hay personajes cuya realidad es todo un designio divino para una tarea importante. El calendario nos lleva hoy, XXIII Domingo de Tiempo ordinario, hasta San Moisés, guía de Israel hacia la Tierra prometida, gran misión en la Antigua Alianza, preludio de la Definitiva sellada en El Calvario por Cristo. Tal y como relata la Escritura, al morir José, llega a Egipto un nuevo faraón que esclaviza al pueblo hebreo, decretando, incluso, la matanza de todos los niños varones recién nacidos, arrojándoles al Nilo.

En estas circunstancias nace Moisés cuyo nombre significa “salvado de las aguas”. Tras una infancia en la corte egipcia, donde el rey lo adopta como hijo, un día ve a un capataz egipcio que maltrata duramente a un israelita. Encendido de cólera mata al guardia y le entierra, pero el hecho se divulga y huye al desierto. Allí Dios le escogerá para salvar del cautiverio a los israelitas. Después de obtener la libertad, él les lleva por el desierto durante cuarenta años.

En este tiempo, Yavé le entrega los Diez Mandamientos, como la Alianza que establece con su pueblo. En ese perergrinar será testigo del Maná con el que Dios alimentará al Pueblo cuando caminaba extenuado. También prefigura al Señor en la Cruz cuando las serpientes muerden a los israelitas y mueren, por lo que hace, por mandato del Señor una serpiente de bronce crucificada en un estandarte para que todo mordido de reptil cuando mire al estandarte quede curado.

Hombre fiel al mandato del Cielo,vive también momentos de desconfianza, como es el caso de la roca de Horeb, donde golpea dos veces en la misma piedra, desobedeciendo la orden divina, por dudar.Por este motivo, muere antes de que el pueblo entrase en la Tierra Prometida. Desde el Monte Nebo donde muere, Yavé le permite ver la Tierra que da en heredad a Israel, pero no le deja entrar en ella.


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