Santoral

Corpus Christi: Dios Amor

Dios en su pedagogía siempre cuida del Pueblo de Dios y lo hace para mostrarnos que nunca nos abandona. Hoy, Domingo siguiente a La Santísima Trinidad y en las reminiscencias de la Pascua, celebramos una de las Solemnidades más importantes dentro del Año Litúrgico: El Corpus Christi, el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Recuerda San Pablo, recogiendo lo que El Señor hizo en el Cenáculo, que la noche de su entrega en la Cruz tomo el Pan y se lo dio diciendo: “Tomad y comed porque esto es mi Cuerpo”.

Y lo mismo hizo con el Cáliz cuando les dijo: “Tomad y bebed esta es mi Sangre”. El Apóstol añade:Por eso cada vez que comemos de este Pan y bebemos de este Cáliz anunciamos la Muerte del Señor hasta que vuelva”.La Primitiva Comunidad Cristiana celebraba la Fracción del Pan. Y en los momentos finales de la Edad Media surgió en Liége (Bélgica) un movimiento eucarísticoque se difundió de forma progresiva.

A la cabeza estaba Santa Juliana de Cornillón. Esta monja agustina en el siglo XIII tuvo la visión de la luna que tenía una pequeña mancha que no le dejaba brillar con claridad. Por una revelación sobrenatural comprendió que Dios lamentaba que la Iglesia no podía brillar del todo al no tener un día dedicado a la Presencia Real de Jesús en las Especies de Pan y Vino, con su Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. A ello se unió el Milagro de Orvieto, en Bolsena (Italia).

Allí, un sacerdote dudó durante la Consagración del Milagro Eucarístico. Entonces, al partir la Hostia Sagrada en el momento de la Paz, brotó de Ella Sangre. Cuando la analizaron los científicos vieron que pertenecía a un Hombre. Con todo esto, en el siglo XIV se instaura este Día, que se celebra al jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad. En España, concedido el permiso de Roma, se trasladó desde 1989 al domingo posterior, exceptuando donde el Corpus Christi sea Fiesta Patronal.


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