Adviento, la Gran Promesa del Mesías

Dios nos lleva siempre al punto de partida. Hoy, Domingo I de Adviento, comenzamos este Tiempo que se iniciaba ayer por la tarde con las I Vísperas, y que nos prepara para la Navidad. Cuatro pilares fundamentales resuenan en la Liturgia de estas semanas: La Virgen María, a quien celebraremos como la Inmaculada Concepción, Prototipo del creyente que espera la Llegada del Salvador. A Ella se unen San José, padre adoptivo del Señor, y el Profeta Isaías que invita a preparar los Caminos del Señor, algo que se lee también en este Tiempo aplicado a la esperanza de la era mesiánica.

También Juan Bautista, el Precursor, que se muestra como la voz que grita en el desierto y que ha recibido la misión de preparar un pueblo bien dispuesto. El color litúrgico hasta el 25 de diciembre, es morado, invitando a la preparación para el Nacimiento del Redentor. Continuamente la Iglesia repite: “¡Ven Señor Jesús! Así recuerda la Venida Histórica de Cristo que tuvo lugar en Belén, además de su Venida cada vez que le hacemos presente en el Altar, y su Venida Gloriosa al final de los tiempos.

Históricamente el Adviento tiene sus inicios en el siglo IV en el Concilio de Zaragoza, precisamente en España. Aquí se pide a los cristianos que desde el 17 de diciembre y hasta el 6 de enero se guarde un ayuno especial porque llega el Señor.San Gregorio de Tours en Francia, junto a San Máximo de Turín proponen un ayuno más riguroso desde finales de noviembre.San León Magno previene que este Tiempo es preludio de la Pasión con el Pesebre y de las tinieblas con la noche.

Las dos primeras semanas del Adviento aluden a la Venida del Señor al final de los tiempos Las dos últimas, especialmente en la feria mayor adventual desde el día 17 se centran en su Venida Histórica. También cobra especial relevancia la Corona de Adviento. Es originaria del siglo XIX en Alemania. Allí un pastor protestante a los niños de un orfanato les puso una corona de ramas con cuatro velas para que se situasen los días que faltaba para Navidad. Esta tradición ha sido asumida por la Iglesia.