
Madrid - Publicado el
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Dios nos asegura siempre su Protección continua y la ayuda de los Santos con su intercesión ante Él. Hoy celebramos, precisamente a San Cristóbal. La historia le sitúa en torno al siglo III. Su nombre originario es Relicto y su origen es cananeo. Por entonces es un hombre pagano. Preocupado por alcanzar una gran posición, anda preocupado por servir la más poderoso.
Descubre el gran poder del Emperador Gordiano y se pone a su disposición. Un día descubre que teme al maligno y, ayudado por un hechicero, sirve la príncipe de las tinieblas. Cuando ve que tiene miedo de Cristo Crucificado, descubre que ha sido un necio y se convierte. Un ermitaño tiene parte en este proceso.
Ya su vida es diferente a la que había llevado hasta ahora. Dada su fuerza, se dedica a ayudar a cruzar a la gente en un río en el que todos perecían. El anacoreta que el había instruido le animó a seguir ese modo de caridad. Un día oye el llanto de un Niño.
Se acerca y le carga sobre sus fuertes hombros porque intuye que el Pequeño quiere cruzar. Lo que siempre era sencillo s ele hizo costoso. Y en medio del caudal exclamó: “Pesas tanto que parece que llevase sobre mis espaldas el mundo”.
El Niño el dijo: “Y no sólo el mundo, sino a su propio Autor”. Descubrió entonces que se trataba del Niño Jesús. El Señor le añadió: “ A partir de ahora dejarás de ser relicto para llamarte Cristóbal ya significa “Portador de Dios”. San Cristóbal muere mártir y es Patrono de los conductores, junto a la Virgen de la Prudencia y el Arcángel San Rafael.