El Doncel de Sigüenza, poema de Gregorio Sánchez Doncel

El Doncel de Sigüenza, poema de Gregorio Sánchez Doncel
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
"El Doncel de Sigüenza", de Gregorio Sánchez Doncel
"Así cayó Martín Vázquez
en la vega de Granada;
su caballo resbaló,
cuatro moros le acosaban,
su brazo esforzado alzó,
allí exhalará su alma.
"No imparta nada mi muerte,
Prosigue tú la batalla
que feliz mil vidas diera
porque no muriera España".
Fúnebre cortejo cruza,
rezando rezos, la Mancha,
en dirección a Sigüenza,
donde sus deudos le aguardan.
Bajo acrosolio florido
una alabastrina estatua
figura el bello Doncel,
en actitud sosegada.
Suavemente recostado,
más que dormidas sus armas,
hacia un libro, que sostienen
sus manos, la vista clava,
Cruz de Santiago en el pecho,
león y lacayo a sus plantas.
Al contemplarte me inspiras
idea de eterna playa,
a la que ineludible boga
la barquilla de mi alma.
Tu perenne juventud,
siempre que te miro, me habla
de eternidad infinita
oculta en esa tu página,
página sin caracteres,
página a los muertos, clara,
a los incrédulos, muda,
a los sabios, enigmática,
página que siempre lees,
sin alterar la mirada,
página siempre la misma,
página que no se pasa?".