El retrato de casada

Las discusiones que están a punto de llegar acerca de cuál es la mejor novela de Maggie O’Farrell, si su anterior, Hamnet (2021), o esta última, El retrato de casada son en balde. Llega un punto en el que un nivel sostenido de buena literatura hacen de cualquier propuesta de un escritor vivo todo un acontecimiento. Maggie O’Farrell está en ese punto.

Con respecto a Hamnet, solo ha cambiado Inglaterra por Italia. Sigue interesada en el Renacimiento, en el siglo XVI, en mirar la historia tomando como referencia figuras que los manuales consideran secundarias; en plantear un balance entre verdad y veracidad inclinado hacia esta última —los puristas de la novela histórica quizá no deban leer a O’Farrell; tampoco es una novela histórica como tal—; en explorar y ahondar en la sensibilidad femenina, y en las motivaciones de personajes extraordinarios que conforman relatos por igual extraordinarios.