Perú da inicio al proceso de beatificación del misionero salesiano Luigi Bolla, evangelizador de los indígenas

El misionero salesiano empezó a vivir con la tribu Anchuar, un pueblo muy apartado de las ciudades, con la intención de ejercer su labor pastoral anunciándoles la Palabra de Dios

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Mons. Carlos Castillo, arzobispo de Lima(Perú), ha emitido el Edicto por el cual da comienzo el proceso de beatificación del sacerdote Luigi Bolla, misionero salesiano que donó su vida a la evangelización del pueblo Anchuar.

El prelado ha solicitado a los fieles que entreguen al arzobispado cualquier documento escrito que posean del misionero, de forma que se pueda incluir en la causa de beatificación. También han solicitado a los fieles que atestiguen cualquier información sobre el Siervo de Dios, incluso aquellas consideraciones que puedan contradecir las virtudes y la santidad que se atribuyen al salesiano.

El Edicto se informará durante los dos próximos meses en la Catedral de Lima. Además, su proclamación será comunicada de manera oficial a los Vicariatos Apostólicos de Yurimaguas (Perú) y de Méndez (Ecuador), así como a la Diócesis italiana de Vicenza.

Perú da inicio al proceso de beatificación del misionero salesiano Luigi Bolla, evangelizador de los indígenas


Un misionero entregado a los pueblos indígenas

La solicitud de apertura de la causa de beatificación fue entregada por la Sociedad de San Francisco de Sales, fundada por San Juan Bosco. Y es que, a pesar de que su permanencia con el pueblo Anchuar le mantuvo alejado de sus hermanos salesianos, nunca dejó de sentirse uno más.

El P. Luigi Bolla nació en Italia en el año 1932, y falleció en Perú en 2013. De joven, siendo su hermano seminarista, el P. Bolla, explicaba que sintió una voz que le llamaba a ser sacerdote: "Mientras entrábamos a la capilla escuché una voz que me decía: 'Tú también, como tu hermano, podrías ser sacerdote. Serás misionero entre los pueblos de la selva. Comunicarás mi Palabra'".

Siendo misionero, dedicó su vida a la evangelización de los pueblos indígenas presentes en Perú. Con el objetivo de comunicar el Evangelio y anunciar el Reino de los Cielos, decidió vivir con la tribu Anchuar, situados en la zona fronteriza con Ecuador y a varios días de viaje del municipio más cercano. Para ello se dispuso a aprender el idioma del pueblo indígena.

"Lo que te apoya al final es el Evangelio y la fe. Todo lo demás es secundario", sentenciaba el sacerdote durante su testimonio como misionero, al tiempo que explicaba que "la vocación misionera es un don extraordinario que el Señor da, y nunca en la Iglesia debería morir".



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